Sánchez deja sin aclarar su candidatura a dirigir el PSOE

Nada ha cambiado el mensaje del ex líder del PSOE desde su primera intervención el 26 de noviembre en Xirivella (Valencia) a la de este sábado en El Entrego, en plena cuenca minera asturiana. Sánchez que ha reunido a cerca de un millar de personas, la mayoría asturiana pero también hubo unas decenas de Madrid, País Vasco y Galicia, a los que ha saludado expresamente por trasladarse varios cientos de kilómetros para escucharle. Antes se ha reunido con la plana mayor del sindicato SOMA- UGT. La ausencia de apoyos a Sánchez de los gobernantes autonómicos del PSOE, y de secretarios regionales, con algunas excepciones, es una realidad que trata de contraponer con su cercanía a los militantes a los que pide que como él reclamen la inmediata celebración de un congreso. Los militantes son los que tienen que votar en un congreso siempre que haya competencia y hoy no se sabe quién o quiénes darán el paso de tratar de liderar el PSOE; tampoco Sánchez lo va a aclarar a corto plazo. “Cuando celebremos el congreso yo estaré de parte del partido que defienda un PSOE de izquierda, autónomo, europeísta, feminista, y dé la voz a la militancia”, fueron sus palabras.

Por mucho que pida la convocatoria inmediata del cónclave, junto a las plataformas que se han constituido en casi todas las federaciones, la comisión gestora tiene la determinación de celebrarlo “antes del verano”, probablemente en junio, como adelantó esta semana el presidente de la dirección interina y del Principado de Asturias, Javier Fernández. “El retraso del congreso solo beneficia a Rajoy que quiere un PSOE como el de ahora, sin dirección, sin liderazgo”, interpretó. De su discurso de unos veinte minutos, micrófono en mano, sin apoyarse en ninguna lectura, se desprendió una enmienda a la totalidad a casi todo lo que está haciendo la comisión gestora aunque no mencionó las iniciativas que obligarán al gobierno del PP a negociar leyes que el PSOE combatió.

“Cuatro en un despacho”

Aunque el reproche fundamental a la gestora se fundamenta en el dramático comité federal del 1 de octubre en el que dimitió y en el siguiente del día 23 en el que se aprobó abstenerse ante Mariano Rajoy. “Ahora quieren redefinir el proyecto pero el problema no es el proyecto sino la credibilidad y si se dijo a los españoles que hay que votar no a Rajoy no se puede cambiar de opinión”. Con ese argumento continuó aunque si acaso hay que redefinir el proyecto, “refórmese pero que lo haga una dirección elegida por los militantes en un congreso”. La apelación a la militancia fue la constante de su intervención, también para “coser” al partido, utilizando la expresión de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. “La mejor aguja e hilo es el voto de los militantes y no lo que hagan cuatro en un despacho”, continuó con la cadena de reproches. El acto terminó con el canto de La Internacional.

Junto a él estuvieron la diputada Adriana Lastra y la senadora María Luisa Carcedo, ambas asturianas, además de Ibán García, responsable de Cultura en la ejecutiva de Sánchez y el que fuera su jefe de gabinete, Juan Manuel Serrano. Al resto de diputados y cuadros medios del partido que le apoyan les ha pedido que no le acompañen; de momento prefiere ir bastante solo