La gestora del PSOE asiste con prevención y escasa información al pacto con el PNV
La dirección interina recela del alcance de los compromisos sobre autogobierno
Con atención y prevención está siguiendo la gestora del PSOE el proceso del acuerdo entre los socialistas vascos y el PNV. La dirección interina de los socialistas es consciente de la trascendencia del pacto que se traducirá en horas en un Gobierno de coalición en el País Vasco, pero recela del alcance de los compromisos sobre el autogobierno. Además, no tiene información completa del contenido aunque ayer la líder del PSE, Idoia Mendia, llamó al presidente de la gestora, Javier Fernández, para darle cuenta de las líneas generales del pacto.
Casi 30 años después de la primera experiencia, los socialistas vascos y el PNV volverán a gobernar juntos. Los nacionalistas tenían otras opciones, más a la izquierda, más radicales en la exigencia de autogobierno, pero han preferido formar Gobierno y no solo un acuerdo de legislatura con el PSE-PSOE. La comisión gestora socialista tiene muy presentes estas consideraciones, por lo que, a pesar de que los recelos continúan, la manifestación de su desconfianza se ha contenido en las últimas horas.
“El hecho político es positivo porque forma parte de la tradición de acuerdos entre el PSE y el nacionalismo moderado”, declaró Javier Fernández a EL PAÍS. “Ahora bien”, añadió, “no podemos analizar y valorar el contenido porque no lo conocemos”. Ante el desconocimiento del acuerdo, la gestora hizo un breve comunicado firmado por el responsable de Organización y portavoz de la dirección interina, Mario Jiménez, acordado con Fernández: “Los socialistas siempre hemos considerado muy positivo el entendimiento y el diálogo en Euskadi con el nacionalismo moderado que representa el PNV”, dice el texto socialista, y continúa: “La comisión gestora se pronunciará oficialmente sobre el acuerdo una vez conozca su contenido y su alcance”.
La situación cambió ligeramente después de producirse estas declaraciones ya que la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, telefoneó a Fernández para darle cuenta de las líneas generales del acuerdo. Ambos acordaron que, una vez que se cierre, el presidente de la gestora lo recibirá íntegro.
La primera contrariedad se apreció el pasado viernes, cuando EL PAÍS pidió a Fernández su opinión sobre la información que este periódico ofrecía sobre el pacto de Gobierno entre socialistas y peneuvistas. “No puedo opinar al respecto porque no conozco el contenido salvo lo que estoy leyendo en ese periódico”, fue su respuesta. Pocas horas después, el presidente de la gestora telefoneó a la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, para saber de qué se trataba y si, en efecto, el pacto estaba prácticamente hecho.
“Se cuestiona la legitimidad, pero se pide responsabilidad”
La división interna del PSOE contamina todos los pasos y acciones tanto de la comisión gestora como de las federaciones cuyos dirigentes han estado del lado del anterior secretario general, Pedro Sánchez.
Así lo reconocen desde todos los ámbitos algunos socialistas que consideran que esta situación no se remediará hasta la celebración de un próximo congreso que culmine con la elección de un secretario general y su equipo. Hasta entonces, la comisión gestora está decidida a ejercer su autoridad a pesar de que desde el sector crítico se cuestione su legitimidad. “Se cuestiona la legitimidad pero se le pide responsabilidad por todo”, lamentan interlocutores de esta dirección interina.
Con diferencias y disensiones, el hecho cierto es que la gestora no puede limitarse solo a preparar el congreso porque tiene que tomar decisiones y fijar posiciones políticas todos los días, y a veces varias veces, como primer partido de la oposición. Otra cosa es que la interinidad dure más o menos, según se celebre antes o después el congreso. Los críticos quieren que sea cuanto antes.
Precisamente la líder del PSE, Idoia Mendia, es una de las dirigentes que se alineó con Pedro Sánchez en la petición de que se celebrara un congreso del partido de manera inmediata y la nueva dirección socialista decidiera si se votaba no o abstención ante Mariano Rajoy.
Mendia, por tanto, forma parte del sector crítico del PSOE aunque nunca cuestionó el acatamiento de los socialistas vascos a la decisión del comité federal. De los diputados vascos, solo Odón Elorza no acató el acuerdo.
No lo estaba pero le faltaba poco. La líder vasca señaló a Fernández que aún no estaba cerrado pero que, en cuanto estuviera, se lo haría llegar. Aun así le dio una extensa explicación de por dónde iba el acuerdo, las partes que lo componían y las principales dificultades.
Los contenidos esenciales, por tanto, ya los conoce el presidente de la gestora pero su aprobación se producirá hoy lunes en el consejo nacional del PSE —órgano regional similar al comité federal— de la misma forma que hará el PNV con su instancia máxima de poder. La investidura definitiva de Iñigo Urkullu como presidente del Gobierno vasco se producirá por mayoría simple el próximo jueves. Con esta premura, lo seguro es que un trámite fundamental no se podrá cumplir: que el comité federal del PSOE autorice el acuerdo.
Comité federal
Según las normas del partido, la política de alianzas la decide el comité federal ya sea para formar el Gobierno de España o el de comunidades autónomas y Ayuntamientos. De manera tradicional, este órgano de dirección ha autorizado a las direcciones y comités regionales y municipales a tomar la decisión que mejor conviniera según su perspectiva, es decir, se les dejaba manos libres para sus acuerdos.
No ha habido tiempo para que se reúna el comité federal, según reconocen en la gestora, aunque hubieran deseado que la comunicación con la dirección del PSE hubiera sido fluida y se les hubiera informado de la marcha y los contenidos del diálogo.
¿Hasta dónde llega el reconocimiento de Euskadi como nación? Este es el apartado que más inquieta a la dirección interina del PSOE aunque Mendia aseguró a Fernández que se trata de la acepción que recoge el Consejo de Europa según la cual la definición de nación por razones históricas, culturales o lingüísticas, “no presupone el derecho político a constituirse en Estado”. Los interlocutores consultados dan por supuesto que de los cuatro apartados pactados uno de ellos, el de autogobierno, conducirá a la redacción de un nuevo Estatuto de Autonomía y ahí se verá hasta dónde se quiere llegar.
De momento, los socialistas vascos saben del malestar en la gestora por su camino en solitario hacia el acuerdo con el PNV.
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