La ‘bomba’ Fernández Díaz
La "provocación" del nombramiento del reprobado Jorge Fernández Díaz como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados ha naufragado. Una hora después del aplazamiento solicitado por el Partido Popular para la votación en la citada comisión, el grupo parlamentario popular intentaba colocar a Fernández Díaz en la presidencia de la comisión del Tribunal de Cuentas...donde también se ha aplazado la votación sine die. Parece que cuesta al PP reconocer los nuevos tiempos, el paso de 186 a 137 escaños.
Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco, quiso saber quien era el candidato un rato antes de la votación, ahora aplazada, para la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, pero no lo consiguió. Se da la circunstancia de que Fernández Díaz tampoco estaba inscrito en la citada comisión. Antonio Hernando a su vez supo que el PP quería nombrar a Fernandez Díaz en la comisión del Tribunal de Cuentas. Hizo, valga la redundancia, sus cuentas y le salió que tampoco, si el PSOE se oponía, reconocerían a Fernández Díaz allí.
Pero los números tampoco le saldrían al PP en caso de que intente aprovechar el aplazamiento para inscribir al ex ministro y volver a la carga.
El naufragio de la provocación en Exteriores ha sido el resultado de las protestas de casi todos los grupos, excepto Ciudadanos, que se abstendría. La guinda ha sido la amenaza del PSOE esta misma mañana de presentar un candidato propio pero con la disposición explícita -para no violar el acuerdo de reparto de comisiones- de ceder esa presidencia a favor de un candidato del PP distinto a Fernández Díaz.
La noche del martes, Inigo Errejón habló con Antonio Hernando para urgirle la presentación de un candidato del PSOE, aunque respondió que su partido se abstendría. Solo cuando Unidos Podemos amagó con presentar el suyo, los socialistas giraron hacia el bloqueo de Fernández Díaz. Y para todas las comisiones.
Pero el intento de recolocar al ex ministro pone de relieve la necesidad de Mariano Rajoy de compensarle tras haber prescindido de él en el Gobierno. En cualquier sitio. Es lo que dejan entrever fuentes del PP.
Todo esto tiene cierto morbo, pero el hecho es que Fernández Díaz tiene una espada de Damocles en la querella por sus maniobras de guerra sucia contra dirigentes independentistas de Cataluña presentada por uno de los perjudicados directos, el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, en el Tribunal Supremo.
Esas maniobras, aunque conocidas de manera fragmentaria, fueron el objeto de las conversaciones que mantuvo el entonces ministro del Interior con el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, el 2 y 16 de octubre de 2014. Unas conversaciones grabadas en el Ministerio del Interior y difundidas en la recta final de la campaña del 26-J.
La sala de admisión del Supremo nombró ponente para esta querella a José Manuel Maza el 9 d septiembre. El fiscal jefe Antolín Herrero pidió el archivo porque, sostenía, las conversaciones entraban dentro de las competencias del ministro. No veía, pues, la sombra de delito alguno.
Pero, fuentes jurídicas, aseguran que los magistrados de la sala de admisión ha considerado muy superficial el informe, escueto, de Herrero. Han habido deliberaciones.
Pero dos meses y medio después de presentada la querella, el pasado 1 de septiembre, el secreto es total.
¿Se ha archivado?
Rajoy y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, han decidido dejar a un lado la candidatura de Consuelo Madrigal para nueva fiscal general del Estado. Y se han sacado de la chistera, a última hora, en paralelo a que Madrigal confiara a sus colaboradores que seguiría en el puesto por cuatro años, otro candidato. El consejo de ministros ha aprobado la propuesta del magistrado José Manuel Maza, un nombre aportado por Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Supremo, a La Moncloa.
¿Habría dado luz verde Rajoy al nombramiento de Fernández Díaz en la presidencia de Exteriores sin saber que se ha archivado, o se va a archivar, la querella contra él? ¿Habría apoyado ese nombramiento sabiendo que la sala de admisión ha resuelto iniciar la investigación y, por tanto, llamar a declar en calidad de investigado a Fernández Díaz?
Mientras los cinco magistrados del Supremo encargados de esa querella (Marchena, Maza, Miguel Colmenero, Ana Ferrer y Andrés Palomo) guardan con total hermetismo lo que ha ocurrido, en Madrid la investigación sobre la filtración de la cuenta apócrifa atribuida a Trías en Suiza ha conocido una novedad.
El juez José Emilio Coronado, titular del juzgado de instrucción número 16 de Madrid, ha vuelto a dictar auto de conclusión de una querella interpuesta por Trías contra tres periodistas del diario El Mundo autores de la información sobre la cuenta bancaria atribuida a Trías.
Pero lo ha hecho después de practicar una prueba solicitada por los investigados y admitida por la sección séptima de la Audiencia de Madrid.
Esa prueba, un informe policial, prueba que la cuenta apócrifa procedía de un informe anónimo y que la Policía nunca acreditó que perteneciera a Trías.
Pero esto, que ya había sido admitido al juez Coronado por un escrito del entonces jefe de la UDEF, Manuel Vázquez, no es lo más relevante.
En un escrito al juez de 26 de octubre pasado, la actual fiscal jefe interina de la Fiscalía Anticorrupción, Belén Suárez, señala que la UDEF envió el documento anónimo y la petición de apertura de diligencias el 14 de noviembre de 2014.
¿Qué importancia tiene esta fecha?
Pues que la filtración tuvo lugar el 27 y 28 de octubre de 2014.
Por tanto, Interior filtró, operación que Fernández Díaz y De Alfonso barajaban en sus conversaciones del 16 de octubre de 2014, la cuenta apócrifa primero y luego presentó la denuncia.
En un pasaje de esas conversaciones grabadas, Fernández Díaz le explica qué papel cumplen las filtraciones a los medios, tan exitosas en apartar a Jordi Pujol de la política.
“Lo digo porque muchas veces, cuando lo publicas, generas una presión mediática que al final haces que cosas por las que no se hubieran tomado interés, se lo toman ”.
Pero Fernández Díaz falló.
Ni el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce ni el fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción recogieron el guante con la filtración. Era pocos días antes de la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014.
Porque Torres-Dulce ya conocía las maniobras de Interior en Cataluña, ante las elecciones autonómicas de noviembre de 2012, cuando unas semanas antes, en octubre, desembarcaron en Barcelona el jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, y el comisario José Luis Olivera. Objetivo: registrar a espaldas del juez instructor del caso Palau la sede de Convergencia Democrática de Cataluña.
También para esas fechas, noviembre de 2012, semanas antes de las elecciones autonómicas, se filtró un borrador apócrifo atribuido a la UDEF sobre actividades de Artur Mas y Jordi Pujol.
Pero en el caso de Trías, la petición del 14 de noviembre de Interior-UDEF a la Fiscalía Anticorrupción tenía también un propósito más concreto pasada la consulta del 9-N: buscaba desactivar la querella presentada en Madrid contra los periodistas el mismo 27 de octubre.
Se trataba de justificar con la existencia de una investigación de la Fiscalía la publicación de la cuenta apócrifa, es decir, dar un aire de verosimilitud y de veracidad. Con ello, el juez acabaría archivando el caso.
También en esto han fallado Fernández Díaz y sus boys.
Los esfuerzos de Rajoy por compensar a Fernández Díaz nos remiten a dos pasajes de las conversaciones grabadas.
En la primera reunión, el 2 de octubre de 2014, Fernández Díaz le apunta a De Alfonso:
Jorge Fernández Díaz: Quedamos si te parece. Yo tomo buena nota y voy a trasladar esta conversación a quien te puedes imaginar, le explico ¿no? Lo que me has dicho y tal.
Daniel de Alfonso: Sí, no te preocupes.
Jorge Fernández Díaz: Esto queda entre nosotros y a quien se lo voy a contar, que es una tumba, como es obvio ya actuará como estime oportuno y conveniente.
El 16 de octubre de 2014, el entonces ministro es más explícito.
Jorge Fernández Díaz: El presidente del Gobierno lo sabe. Daniel de Alfonso: Me parece bien, pero eso es lógico, es una relación de Gobierno. Jorge Fernández Díaz: Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya. Por supuesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda. Yo le conozco muy bien, de muchos años. Llevo trabajando y colaborando con él desde febrero del 91 ininterrumpidamente, en la oposición, en el gobierno, en la oposición. Daniel de Alfonso: Casi 15. Jorge Fernández Diaz: Desde el 91, 23 años. Daniel de Alfonso: 14 años. Jorge Fernández Díaz: Desde febrero casi 24 años. Daniel de Alfonso: Casi 24, claro. Jorge Fernández Díaz- Que le conocía de antes. Él estaba en el partido en Pontevedra, yo en Barcelona. Estuvimos en las elecciones con Hernández Mancha y ganamos en las elecciones a Miguel Herrero de Miñón y a todos, en fin, y a Rato y estábamos todos juntos en esa aventura política, ¿no? Pero, vamos, ya de empezar junto con él siendo el secretario general del partido, secretario de política autonómica y tal y luego en cada ministerio que él ha ido, él es presidente del gobierno, yo ministro del Interior, en febrero hará 24… y te puedo asegurar que es un hombre, la discreción personificada.
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