Iglesias reta a Errejón a discutir sus diferencias políticas antes de llegar a un acuerdo
El líder de Podemos quiere que su 'número dos' defina ante las bases su proyecto para el partido
Las cartas sobre la mesa. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quiere llegar a un acuerdo político y de poder con su número dos, Íñigo Errejón, que este también busca, para evitar una guerra fratricida en el congreso del partido, previsto para principios de 2017. Pero Iglesias quiere que antes Errejón explicite sus posiciones, las defina públicamente, y las bases de Podemos conozcan con claridad las diferencias políticas entre el sector que representa uno y otro dentro del partido. Por dos motivos, explican fuentes del entorno del líder: para evitar que se cierre en falso un debate que mantiene a la organización muy tensionada entre los dos polos, pero también para que Errejón sea claro y aterrice sus propuestas.
"No podemos tomar una decisión por arriba, esto no puede ser una cuestión de pactos entre dirigentes, tiene que haber un debate entre todos los inscritos que son los que en última instancia van a decidir la dirección y el Podemos que quieren y ese debate se tiene que producir", dijo ayer Iglesias en el Congreso. Se refería a que el acuerdo que ha ofrecido Errejón —una síntesis de sus proyectos políticos, que evitara también presentar listas separadas a la dirección, descartada de partida la disputa por la secretaría general— no puede fraguarse como un pacto de cúpulas o de despachos entre ellos dos o sus equipos. El debate, el político, debe afrontarse en público. "Soy partidario de los acuerdos y asumo la responsabilidad de trabajar por un Podemos en el que quepa todo el mundo, pero nunca robándole el debate a la gente ni dándoles soluciones precocinadas por arriba que no les permitan debatir ni decidir", señaló.
Las bases de Podemos tienen que saber cuáles son las diferencias de partida, los dos modelos se tienen que poner encima de la mesa, y luego buscar el acuerdo de síntesis, inciden en el equipo de Iglesias. El formato para hacerlo está sin definir, ya que todavía no se ha decidido qué proceso seguirá la asamblea ciudadana estatal. Si tendrá una fase previa de discusión de ponencias y luego otra de presentación de candidaturas y listas a la dirección, el esquema que ha seguido el proceso interno para elegir a la nueva dirección del partido en Madrid, o si seguirá otro. El cónclave aún no tiene fecha, pero fuentes de la dirección apuntan al próximo febrero.
Iglesias se siente fuerte, con un respaldo renovado en el partido tras su victoria en las primarias de Madrid —"enormemente apoyado", dijo ayer— y por eso afronta el congreso de Vistalegre 2 con cierta tranquilidad. Quiere un acuerdo integrador de las distintas familias del partido —además de Errejón, los Anticapitalistas—, pero en su entorno creen que los resultados de Madrid y Andalucía, en las que los errejonistas han perdido la batalla, evidencian que los afines a su número dos tienen menos fuerza de la que creían. O, en todo caso, una fuerza menor a la suya. "Yo, si soy elegido secretario general, y estoy muy contento de tener el apoyo de todos los compañeros, incluso de compañeros que piensan de manera muy diferente a mí en algunas cosas, tendré que esforzarme para que haya un Podemos en el que quepan todos", dijo ayer el líder.
Dos días antes, el lunes, Errejón había mostrado su intención de dar la batalla por su proyecto. “Asumo el reto de defender las ideas del Podemos con las que nacimos, un Podemos popular y ganador”, dijo en el Congreso. Errejonistas y pablistas llevan meses confrontando estrategias para el partido, pero las diferencias nunca han estado del todo claras, más allá de que, como definió el cofundador Juan Carlos Monedero, la disputa podría encuadrarse a grandes rasgos entre un alma más moderada y otra más radical. Los más moderados serían los errejonistas, pero ellos rechazan esa categoría.
El martes, Errejón trató de explicarse: “Yo he dicho que voy a estar en la misma posición que he tenido desde el minuto uno. Defendiendo los mismos postulados: un Podemos popular, patriótico, feminista, plurinacional y transversal. Esas son mis ideas y las voy a defender”. Unos enunciados que, así expresados, no son discutidos por nadie. Otra cosa es en qué se concretan, y esa concreción es la que Iglesias quiere que se visualice. El nuevo líder de Podemos en Madrid, Ramón Espinar, afín al líder, contestó a Errejón que él está completamente de acuerdo en buscar un Podemos ganador (como no podía ser de otra manera).
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