Sánchez pide “proporcionalidad” en la sanción a los díscolos del PSOE
El exsecretario general reclama "en aras de la unión" que los parlamentarios sigan en sus puestos en el Congreso para "no ahondar en la fractura" que sufren los socialistas
Pedro Sánchez ha pedido “proporcionalidad” en la sanción a los diputados que votaron en contra de la investidura de Mariano Rajoy. “Ya ha habido sanciones pecuniarias, que son las establecidas en nuestro reglamento [la máxima es de 600 euros]. Sumarle los ceses de portavocías y presidencias de los diputados del no, no hace más que ahondar en la fractura que sufre el PSOE”, ha apelado "en aras de la unión" mediante un comunicado en Facebook. Algunos de los parlamentarios que podrían verse afectados afirman que ir más allá de la mayor sanción económica sería "una purga y mobbing".
El ex secretario general del PSOE subraya que el voto de los 15 diputados disidentes no influyó en el resultado: “El PP acabó igualmente alcanzando la presidencia y formando Gobierno”. Sánchez recuerda que la multa pecuniaria fue la regla que se aplicó cuando gestionó una situación similar “de indisciplina” en el Congreso: los diputados aragoneses rompieron la disciplina de voto la legislatura pasada en una iniciativa para revisar el Plan Hidrológico del Ebro. “La consideré más que suficiente (...), las razones aducidas para romper la disciplina no eran caprichosas”, ha apuntado.
El grupo parlamentario socialista del Congreso de los Diputados comunicó esta mañana a José Zaragoza, uno de los siete diputados del PSC que no acataron la resolución del comité federal del 23 de octubre de abstenerse en la investidura de Rajoy, su relevo como presidente de la comisión mixta para la UE. Le sustituyó la diputada Soraya Rodríguez. De la misma forma, Eduardo Madina ha reemplazado como portavoz al balear Pere Joan Pons, que también votó no al candidato del PP.
La gestora abordará este jueves a partir de las 17.00 si el castigo a los díscolos va más allá de una multa económica. El secretario de Organización de la gestora, distinguió minutos después de la elección de Rajoy en el Congreso entre los seis diputados que rompieron la disciplina de voto y son militantes del PSOE del resto (los siete del PSC y las dos independientes por Madrid). A la espera de ver si hay más cambios, la magistrada Margarita Robles es presidenta de la comisión de Justicia y la excomandante Zaida Cantera —la otra independiente por Madrid— es portavoz adjunta de la de Defensa y vicepresidenta primera de la comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible. Por su parte, Manuel Cruz es portavoz de la comisión de Educación y Deporte; Odón Elorza es vicepresidente segundo de la comisión de Cultura y portavoz adjunto de la de Hacienda y Administraciones Públicas; Mari Luz Martínez Seijo es vicepresidenta primera de la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad y portavoz adjunta de la de Educación y Deporte; y Sofía Hernanz, por poner otro ejemplo, es vicepresidenta segunda de la Comisión de Industria, Energía y Turismo. Todos los socialistas consultados coinciden en que Hernanz, diputada por Baleares, y Meritxell Batet, cabeza de lista por Barcelona, dejarán de pertenecer a la dirección de grupo.
Sánchez también ha remitido a su renuncia como diputado horas antes de la votación del 29 de octubre en la que Rajoy fue investido presidente: "Para mí fue un conflicto insuperable. De hecho, preferí renunciar al acta de diputado, antes que tener que resolver en sede parlamentaria mi profunda discrepancia con la gestora del partido". "Después de haber sido secretario general del PSOE, de haber tenido que aplicar y hacer cumplir la disciplina, es obvio que tengo una mayor responsabilidad que el resto de miembros del grupo socialista", ha razonado.
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