450 personas buscan a Manuela Chavero, desaparecida hace más de 100 días
450 personas participan en una gran batida en Monesterio, con ayuda de familias de otros desparecidos
Unas 450 personas participan hoy en una gran batida en el entorno de Monesterio, en Badajoz, para intentar encontrar algún rastro de Manuela Chavero, de 42 años y madre de dos hijos, de la que no se tiene ni rastro desde la noche del pasado 4 de julio. En el rastreo participarán efectivos de Guardia Civil, Policía, Protección Civil, voluntarios y familiares de otras personas desaparecidas de las que no se sabe nada.
El dispositivo, que coordina el policía local de El Espinar José Ángel Sánchez, está formado por una treintena de grupos, según datos aportados esta mañana por los coordinadores, que se han marcado el objetivo de rastrear 42 kilómetros cuadrados. Miembros de Cruz Roja, la asociación DYA y Protección Civil, una unidad cinológica voluntaria del Cuerpo Nacional de Policía, otras subacuáticas de la Asociación de Bomberos de Badajoz y voluntarios del Ejército del Aire se han sumado a esta batida.
También están presentes los padres de Paco Molina, Isidro y Rosa, que viajaran desde Córdoba, la ciudad donde desapareció su hijo hace ya 15 meses; Carmen, hermana de Juan Antonio Gómez Alarcón, desaparecido en Mijas (Málaga) el 20 de junio de 2010; y Antonio, hermano de Angelines Zurera, desaparecida en Aguilar de la Frontera (Córdoba) el 2 de marzo de 2008.
Emilia Chavero, la hermana de la mujer desaparecida, ha afirmado hoy que espera que se encuentre "algo bueno" en la batida que desde primeras horas de esta mañana se lleva a cabo en el entorno de este municipio. "No quiero nada malo", ha agregado. "La echo mucho de menos. Tiene que aparecer, tiene sus hijos y su familia", ha manifestado, emocionada y con la voz entrecortada, a los medios de comunicación, minutos antes de que se iniciara
Manuela Chavero, que estaba en trámites de separación, estuvo en la noche del 4 de julio con una amiga, la última persona que la vio, y después regresó a su casa, donde se perdió su rastro. Nada estaba forzado en la vivienda, situada a las afueras del pueblo. Sobre su cama hallaron los pantalones que llevaba puestos el día anterior; encontraron las luces del salón y de la cocina encendidas, al igual que la televisión; y su cartera y su teléfono móvil estaban allí, con un último contacto a las 1.55 del 5 de julio.
El caso fue asumido por la Policía Judicial de Badajoz, después de haber estado en manos de la Guardia Civil de Zafra, cuyo Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 se hizo cargo de las diligencias previas y decretó el secreto de sumario.
Los hijos de Manoli, como era conocida, de 14 y 6 años, siguen con el padre en Las Pajanosas (Sevilla), donde estaban cuando desapareció su madre.
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