Cs
El partido incluirá una ponencia política en su primera Asamblea General nacional
La dimisión de Carolina Punset como integrante de la Ejecutiva de Ciudadanos ha puesto bajo los focos el debate que afrontará en los próximos meses el partido sobre su estrategia política. La dirección de la formación debe convocar la primera Asamblea General de su historia como partido nacional. En ella habrá una ponencia política que pondrá sobre la mesa algunas de las discusiones que mantienen sus dirigentes, y que se han reflejado en la baja de Punset, quien argumenta que Ciudadanos se está derechizando en algunas Comunidades, que debe defender el principio fundacional de la lucha contra el independentismo y el regionalismo, y preservar su ADN socialdemócrata en las políticas sociales.
Estos son los tres principales debates que afrontará un partido en el que ningún dirigente de peso discute el liderazgo de Albert Rivera.
Proyecto de centroderecha o proyecto de centroizquierda. Ciudadanos se define como un partido de centro y sus dirigentes consideran que no hay mejor demostración de la veracidad de esa etiqueta que su programa electoral. Sin embargo, desde su misma formación es un partido con dos almas. Punset abogaba por subrayar los valores sociales progresistas. Esa visión es mayoritaria en la Ejecutiva, pero choca, a juicio de otros dirigentes, con la imagen que transmiten a los votantes cientos de representantes públicos que se incorporaron a Ciudadanos tras pasar por el PP. “En la Asamblea habrá una ponencia política y es bueno que haya discrepancia y libertad de opinión: nos permitirá marcar una hoja de ruta para los siguientes cuatro años”, dice Fran Hervías, secretario de Organización de Ciudadanos.
Antiindependentismo sin matices o acentos regionales para favorecer la expansión nacional. Punset abandona la dirección de Ciudadanos convencida de que en el ADN del partido está "el combate inexcusable y radical del nacionalismo y el regionalismo, que no es más que una forma localista de nacionalismo". Al tiempo, otras voces relevantes piden una reflexión sobre la necesidad de evolucionar el discurso de Ciudadanos, incorporando a las esencias fundacionales (oposición al nacionalismo y discurso homogéneo en toda España) matices locales y propuestas que le permitan ser competitivo en todas las elecciones. Estos interlocutores razonan que el partido debe llenar de contenido la idea de “una España unida pero diversa” que defiende Rivera y preguntarse por qué fracasó en las elecciones autonómicas de Galicia y el País Vasco, donde no obtuvo representanción. Finalmente, proponen, seguir la senda de Inés Arrimadas, que ha conseguido conjugar una dura oposición al independentismo con la defensa de lo catalán, llenando su discurso de guiños locales. “Nuestros valores entorno a la unidad de España, el estado del bienestar y los derechos sociales son claros e indiscutibles”, advierte Hervías sobre los límites de la ponencia política.
Proyecto centralizado para evitar baronias o representantes autonómicos con más independencia. El revés de las elecciones autonómicas de Galicia y el País Vasco, en las que no obtuvo representación, resume muchos de los retos del partido. Distintos miembros de la Ejecutiva consultados por este diario achacan el resultado a la falta de implantación y estructuras de una formación que ha crecido a un ritmo vertiginoso. “No hay que olvidar lo que hemos conseguido, que en un año y medio hemos pasado de ser un partidito catalán a ser la tercera fuerza municipal y la cuarta nacional. Algo habremos hecho bien”, ironiza Hervías. “Hay que dotar al partido de una estructura autonómica y municipal más independiente”, añade.
Madrid o Barcelona. Ciudadanos nació en 2006 y como un partido estrictamente catalán. Su entrada en el Congreso obligó a sus dirigentes a dividirse entre Barcelona y Madrid. Fuentes del máximo peso en la Cámara Baja observan que eso ha generado una fractura operativa que el partido debería subsanar en cuanto se forme gobierno. Así, aseguran, se comenzará a asentar definitivamente el partido.
La última Asamblea General de Ciudadanos fue en 2011, cuando contaba con tres diputados autonómicos en Cataluña y un puñado de concejales. Desde entonces, el partido se ha convertido en una formación nacional, con representación en el Parlamento europeo, en el Congreso, en doce Cámaras autonómicas y en centenares de Ayuntamientos. La actual dirección tenía que haber convocado la IV Asamblea en 2015, pero no lo hizo porque el ciclo electoral se lo ha impedido: los estatutos marcan que la reunión no puede ser cuatro meses antes de unas elecciones ni hasta dos después, y en ese periodo se han sucedido las andaluzas de marzo de 2015, autonómicas y municipales en mayo, catalanas en septiembre, generales en diciembre, de nuevo generales en junio de 2016 y ahora las gallegas y vascas de septiembre.
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