El multiusos ‘derecho a decidir’
PNV, Bildu y Podemos defienden este derecho para Euskadi aunque con interpretaciones diferentes
El nuevo Parlamento vasco tendrá una rotunda mayoría a favor del derecho a decidir pues el PNV, Bildu y Podemos lo defienden. Es una propuesta tan ambigua que el primero que la utilizó, en 2002, el lehendakari Juan José Ibarretxe, le dio un sentido diferente a quien la popularizó en 2007, el catalán Artur Mas. El primero lo utilizó para defender un modelo de Estado confederal. El segundo, para abogar por el derecho a la autodeterminación de Cataluña.
Sucede lo mismo hoy en Euskadi. PNV, Bildu y Podemos no entienden lo mismo por derecho a decidir. Cuando Bildu lo invoca está proponiendo un referéndum de ruptura a favor de la independencia. Cuando esta semana Arnaldo Otegi lo formuló y pidió un acuerdo al PNV y Podemos, estos hicieron caso omiso.
Podemos, que en esta campaña ha precisado que su derecho a decidir sería el que recoge la Ley de Claridad canadiense, está proponiendo una reforma de la Constitución. Es decir, tendría que poner de acuerdo a los principales partidos nacionales, lo que no contempla Bildu.
El PNV tampoco dice lo mismo que Podemos y menos aún que Bildu. Se centra en un nuevo Estatuto que partiría de una reforma del actual y no requeriría una reforma constitucional, al contrario que en la propuesta de Podemos. Pretende un blindaje de las competencias propias y bilateralidad en otras y un pacto entre partidos nacionalistas y no nacionalistas, que se refrendaría de acuerdo con la ley. Nada que ver con Bildu.
El hecho de que sea casi imposible que PNV, Bildu y Podemos acuerden un texto político-jurídico sobre el derecho a decidir no significa que ese debate esté ausente en la próxima legislatura, porque está pendiente la reforma del Estatuto vasco de 1979 y habrá un ambiente propicio. Previsiblemente Bildu y Podemos llevarán propuestas genéricas al Parlamento para que los partidos se pronuncien.
Si las urnas confirman las encuestas será clave el papel del PNV. El lehendakari Urkullu se ha comprometido a abordar el nuevo Estatuto con cohesión social. Ha reconocido que podía haberlo abordado esta legislatura porque tenía mayoría con Bildu, pero lo rechazó porque quiere pactar con partidos no nacionalistas. PSE no contempla el derecho a decidir, pero sí una reforma constitucional, cuyo reconocimiento de las singularidades puede trasladarse al nuevo Estatuto vasco. El PP necesita abrir un diálogo con Cataluña y Euskadi. Si sigue en el Gobierno y mantiene su inmovilismo se arriesga a que la situación vasca también se pudra. La reforma territorial parece inevitable.
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