Izquierda Unida pide a Interior aplazar el pago de sus deudas del 20-D

La nueva dirección de Izquierda Unida, pilotada por Alberto Garzón, trabaja desde el pasado mes de junio en la consecución de un objetivo: convertir, en el plazo de dos años, a IU en un “movimiento político y social”, esto es, en una organización que “supere” a la actual en la que se integren también otras formaciones y organizaciones sociales. El partido, no obstante, tiene un lastre: su abultadísima deuda, que busca cómo afrontar con un plan de saneamiento.

“No es posible construir un movimiento político y social con esta deuda”, sostiene el recién elegido secretario de Organización y finanzas, Ismael González, encargado de aplicar el plan de saneamiento económico de la formación. IU arrastra desde hace años una deuda histórica que alcanza “entre siete y ocho millones de euros”, indica, a los que se suman “el casi millón y medio más por los gastos del mailing electoral del pasado 20 de diciembre”. El presupuesto de la formación ascendió a cuatro millones de euros en 2015. En los comicios del 20-D, antes de la repetición electoral, IU se desplomó hasta lograr solo dos diputados, y no pudo formar grupo parlamentario propio, que da derecho al cobro de las subvenciones por mailing.

El partido se ve en una “grave” situación para afrontar esa deuda, y ha planteado al Ministerio del Interior la posibilidad de aplazar el pago. “Planteamos pagarla mes a mes, porque no podemos dejar de pagar”, asegura González a EL PAÍS. El Gobierno aún no ha contestado.

El grueso de la deuda histórica, además, afecta a la hipoteca sobre la sede del partido en Madrid, en la calle Olimpo. Sobre esta el nuevo responsable de finanzas está “estudiando qué hacer”, y no descarta sustituirla por otra más económica. El partido ha puesto en marcha otras iniciativas: la aplicación firme del límite de ingresos de sus cargos públicos (de tres veces el salario mínimo interprofesional, de forma que el resto tienen que donarlo al partido) algo que ya estaba en su código ético pero que según el responsable de finanzas “no se aplicaba en todos los ámbitos”, así como una campaña de donaciones al partido con la que ya han recaudado más de 180.000 euros.

El pasado febrero, la formación ya aprobó un recorte del 60% de la plantilla, de 22 a 9 trabajadores, entre bajas incentivadas, jubilaciones y despidos.