El director de la Policía Nacional pide más cooperación europea contra el terrorismo
Cosidó reconoce que "hay margen de mejora" la información que cruzan los países
El director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, ha pedido este lunes mayor cohesión en materia de inteligencia dentro de la Unión Europea en la lucha contra el terrorismo internacional. "Todos los países tienen que colaborar y hay margen de mejora", ha asegurado. Cosidó ha destacado que el éxito del modelo español de gestión de fronteras y los servicios de inteligencia hacen que en España exista una menor radicalización que en otros países de la región: "Tenemos 178 combatientes del Estado Islámico [ISIS, por sus siglas en inglés] identificados frente a los más de 4.000 de la UE".
Sobre la cooperación de los servicios de inteligencia, Cosidó ha insistido en los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en la importancia de la inmediatez de los datos: "Hay muchas bases de datos de diferentes países que no se comparten todavía". Hay medidas, ha añadido el director de la Policía Nacional, que todavía se tienen que adoptar para luchar contra un tipo de terrorismo en el que "cualquiera puede ser el objetivo". "En ocasiones, es solo una persona la que actúa y con cualquier tipo de material. En Niza, por ejemplo, fue un camión. Hay que apostar por la inteligencia para prevenir estos atentados".
España, por su geolocalización, siempre se ha enfrentado al reto de la inmigración. Por ello, mantiene una cooperación con los países de origen y de tránsito de la inmigración irregular que, según él, aumenta la eficacia. "Nuestra colaboración con Marruecos, Mauritania, Senegal o Níger es imprescindible para tener éxito y es un ejemplo de la importancia de la inteligencia", ha insistido Cosidó. Así, aboga por una coordinación todavía mayor dentro de la Unión Europea contra el terrorismo y rechazar la vía de la nacionalización de las políticas de inmigración y de fronteras.
Sobre la radicalización en España, Cosidó ha felicitado el trabajo realizado que, según ha destacado, permite que el número sea mucho menor al de países como Bélgica, Francia y Holanda. Aun así, ha asegurado que tienen que estar alerta: "La inmigración presente en nuestro país es, mayoritariamente, de primera o segunda generación. Los casos de riesgo se están dando en la tercera o cuarta generación debido a la frustración de expectativas o falta de identidad".
Asimismo, ha señalado como identificadores positivos en España, derivados de una mejor integración que en otros países europeos, la ausencia de partidos de ultraderecha con un discurso xenófobo y racista o el no aislamiento de la población inmigrante. "En España no existen guetos como en otros países, que se convierten en zonas de conflicto dentro del territorio. Hay casos en los que incluso la policía tiene difícil controlar el área", ha remarcado.
España tradicionalmente ha sido uno de los países que más inmigración irregular ha recibido de la Unión Europea dada su cercanía con Marruecos. "Hay países que están colapsados, mientras que en España hemos tenido en 2015 unas cifras insignificantes [16.000 de 1.800.000]", ha asegurado.
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