El PSOE quiere plenos antes de la investidura
Los socialistas buscan apoyos para, por ejemplo, someter a control al Gobierno en funciones
El PSOE quiere que el Congreso empiece a funcionar en agosto aunque la investidura se retrase a final de mes. Los socialistas buscan apoyos para que pueda haber plenos durante el mes para, por ejemplo, poner en marcha la investigación sobre el Ministerio del Interior por las escuchas a Jorge Fernández Díaz y para que pueda someterse a control al Gobierno en funciones, lo que no ocurre desde octubre.
Los socialistas sospechan de que el PP pretende frenar toda actividad en el Congreso hasta que no haya investidura. Es decir, que la decisión de Mariano Rajoy de aplazar la votación vaya acompañada de la de evitar la actividad de la Cámara, como ya intentó hacer el PP entre el 13 de enero y el mes de mayo, cuando se disolvieron las Cortes por falta de acuerdo sobre el presidente del Gobierno.
La intención del PSOE es buscar apoyos en Podemos y Ciudadanos, grupos que coincidieron en esa intención en la anterior legislatura. La idea es que la Mesa del Congreso acelere sus trabajos para que en agosto puedan celebrarse plenos con debates y votaciones. También para que pueda forzarse la comparecencia de miembros del Gobierno en comisión.
El primer paso se producirá este martes cuando se cierre el plazo para la solicitud de creación de grupos parlamentarios. El miércoles la Mesa se reunirá para decidir qué grupos se crean y se abrirá un plazo breve para que se puedan reconsiderar las peticiones. Deberá habilitarse el mes de agosto para la celebración de plenos.
El PSOE pretende que la próxima semana se proceda a la constitución de las comisiones parlamentarias. En esos días deberá producirse una nueva negociación sobre presidencias de comisiones, vitales para favorecer el funcionamiento de la Cámara. En enero hubo acuerdo de todos los grupos para la distribución de esas presidencias y demás cargos.
Cuando se constituyan las comisiones, los partidos podrán solicitar ya comparecencias de miembros del Gobierno y volverá la polémica sobre el control a un Ejecutivo en funciones. Si todos los partidos mantienen sus posiciones, el PP podría tener su primera derrota parlamentaria y verse obligado a aceptar comparecencias de ministros aunque ocurra como entonces, cuando los miembros del Gobierno, incluida Ana Pastor, dieron plantón al Parlamento.
El PSOE, Ciudadanos y Podemos defendieron antes el funcionamiento autónomo del Congreso, al margen de la elección de presidente del Gobierno. Ahora fuentes de los tres partidos mantienen la misma tesis y aseguran que así lo llevarán a la Mesa del Congreso.
Sin control al Gobierno
El Gobierno de Rajoy lleva desde octubre sin someterse al control del Parlamento y desde entonces han dimitido por casos de corrupción un ministro —José Manuel Soria—, el subsecretario de Presidencia, la directora general de Tráfico y la subdirectora de Seguridad Vial. Y dos ministros, el de Economía, Luis de Guindos, y el de Justicia, Rafael Catalá, han asumido funciones de Industria y Fomento, respectivamente.
Una de las prioridades del PSOE es que la Mesa califique su petición de comisión de investigación sobre el Ministerio del Interior. Según los cálculos de los socialistas, esa comisión podría estar constituida a finales de agosto y arrancar en septiembre, haya o no investidura para entonces. Los socialistas creen tener respaldo de todos los demás partidos, salvo el PP.
Para entonces estarán también calificadas las iniciativas de reforma legal de normas como la Ley de Seguridad Ciudadana, la reforma laboral y la ley educativa (LOMCE), entre otras.
De la inmediatez al tiempo preciso
El 11 de febrero, el portavoz del PP, Rafael Hernando, presentó un detallado escrito en la Mesa del Congreso para sostener que el entonces presidente de la Cámara, Patxi López, tenía que convocar inmediatamente la investidura de Pedro Sánchez. Invocaba el “principio de inmediatez” y la no arbitrariedad para convocarlo, porque la media en otras legislaturas era de 11 días. Ahora Hernando sostiene que Mariano Rajoy debe tener tiempo para poder negociar la investidura y descarta que sea el día 2 de agosto.
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