Los partidos vascos, divididos sobre la consolidación del final del terrorismo

Probablemente, la proximidad de las elecciones autonómicas fue la clave para que los partidos vascos volvieran a poner de manifiesto su incapacidad para ponerse de acuerdo en las políticas de consolidación del final del terrorismo, según reflejaron las intervenciones de sus líderes en las Jornadas de Paz y Convivencia organizadas por la Universidad Complutense en El Escorial.

Andoni Ortuzar, del PNV, e Idoia Mendía, del PSE, apelaron a un acuerdo transversal para la próxima legislatura sobre la base de la deslegitimación del terrorismo; reconocimiento a las víctimas, memoria y cambios en la política penitenciaria para facilitar la reinserción de los presos etarras.

La propuesta solo obtuvo el respaldo claro de Nagua Alba, de Podemos, que se comprometió a contribuir a la consolidación del final del terrorismo en toda su extensión. Alfonso Alonso, ministro de Sanidad en funciones, e Iñaki Oyarzábal, ambos del PP vasco, defendieron la utilidad de la actual política de dispersión y rechazaron cambiar la política penitenciaria del Gobierno. Condicionaron la política de reinserción de presos a la previa disolución de ETA. Asimismo, centraron su principal preocupación en la deslegitimación del terrorismo de ETA y cuestionaron que el Gobierno vasco la desarrollara e hicieron el mismo reproche a los demás partidos. Tanto PNV, PSE como Podemos insistieron en su compromiso en la deslegitimación del terrorismo etarra.

A su vez, Julen Arzuaga, de Bildu, que rechazó la violencia, eludió la condena del pasado terrorismo de ETA con lo que cuestionó que deslegitimara a la banda.

La proximidad de la campaña electoral vasca también se puso de relieve en el cruce de críticas entre Idoia Mendía, del PSE, que reprochó al PNV y al Gobierno vasco de hacer “política propagandística” en materia de paz y convivencia. Por otra parte, Alonso, del PP, calificó de “desastrosa” la gestión del Gobierno socialista de Patxi López en la legislatura anterior, aunque reconoció su contribución a la mejora de la convivencia. Total que, cinco años después de que los partidos vascos lograran lo más difícil, que ETA cesara el terrorismo, siguen sin ponerse de acuerdo en la hoja de ruta para consolidar su final.