Exteriores baraja llevarse la Casa Asia de Barcelona a Madrid
Recurrida la sentencia que ordena el desahucio de su sede central en la capital catalana
El Ministerio de Asuntos Exteriores baraja la posibilidad de trasladar a Madrid la sede central de la Casa Asia si no se encuentra una solución al problema que plantea la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia 56 de Barcelona, que le ha ordenado desalojar el Pabellón de San Manuel en el recinto modernista del antiguo Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de la capital catalana.
La Casa Asia ya cuenta con una subsede en Madrid, con lo que se trataría de trasladar a la misma las actividades que no puedan desarrollarse en Barcelona, tanto por falta de un local adecuado como por la necesidad de hacer frente a las deudas acumuladas como consecuencia de los impagos de la Generalitat, según fuentes diplomáticas.
El traslado a Madrid de la Casa Asia acabaría con el único organismo dependiente del Ministerio de Exteriores que existe en Barcelona y privaría a esta ciudad de un centro dedicado desde 2001 a impulsar las relaciones institucionales, económicas, culturales y sociales con Asia-Pacífico, la región económicamente más dinámica del mundo.
La sentencia que ordena el desahucio ha sido recurrida, pero esto no paraliza su ejecución, que puede producirse en cualquier momento. Se da la circunstancia de que la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona forman parte tanto del arrendador (la fundación que gestiona el Hospital de Sant Pau), como del arrendatario (el consorcio de la Casa Asia).
El origen del desahucio está en el impago de los 124.00 euros anuales de alquiler debido a que la Generalitat no ha desembolsado su aportación a la Casa Asia: el año pasado solo pagó 90.000 euros, frente a un millón del ministerio y medio del Ayuntamiento. Y este año, nada.
Fuentes diplomáticas advierten de que, si no hay pronto una solución, habrá que suspender las actividades y aplicar un ERE en la Casa Asia, que cuenta con unos 25 empleados tras haber reducido en un 40% su plantilla.
Además de la deuda con el Hospital de Sant Pau (que puede sumar con intereses unos 450.000 euros), el centro se enfrenta a una demanda del propietario de su anterior sede, que reclama el pago de los 10 años que se comprometió a ocupar el inmueble y no llegó a completar. En total, unos 2,7 millones.
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