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B, sala de despiece

El 16 de septiembre de 2015, dos días antes del estreno de B La película, el periodista Carles Francino entrevistaba en su programa La Ventana al crítico de cine Carlos Boyero.

-Está muy bien interpretada. El tipo que hace de Bárcenas... -dijo Boyero.

-Es Pedro Casablanc, ya lo hizo en el teatro - precisó Francino.

-Sí, porque es una adaptación de una obra de Alberto San Juan. Repito es un experimento que a mi me...Cuando acaba me quedo como perplejo. Ya te digo, es la cámara en una sala pasando de plano a contraplano, pero yo estuve pegado toda la película y alucinado. La ciénaga debe de ser inmensa...Todo el mundo estaba en la movida...-concluyó Boyero.

El "experimento" -Boyero dixit- ha llegado a la gala número treinta de los Goya 2016 con la nominación de Pedro Casablanc, Bárcenas, a mejor actor protagonista; de Manolo Solo, que interpreta al juez Pablo Ruz, como mejor actor de reparto; y, finalmente, con la nominación al mejor guión adaptado, trabajo del director David Ilundain y de Jordi Casanovas.

Rara es la vez, por no decir nunca, que una película española de cine político actual, en tiempo real podríamos decir, opte a estas nominaciones.

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Para no ir más lejos, la vigencia y las ramificaciones del caso Bárcenas han llevado esta misma semana, el miércoles 3 de febrero, al extesorero ante la juez Rosa María Freire, titular del juzgado de instrucción número 32 de Madrid, para declarar como testigo. Esta vez en el caso de la destrucción de los discos duros de dos ordenadores perpetrada en la sede del PP. También han declarado como imputada la actual tesorera, Carmen Navarro; Javier Barrero, informático del partido, y otros.

En el fotograma que abre esta entrada, precisamente, Casablanc-Bárcenas entrega al juez Ruz, el 15 de julio de 2013, durante su declaración-confesión en la Audiencia Nacional, el pendrive que contiene los ejercicios faltantes en la contabilidad manuscrita publicada por EL PAÍS el 31 de enero de 2013, es decir, los años 1993, 1994 y 1995.

En su primer encuentro con el juez Ruz por esta causa, la pieza separada de los llamados Papeles de Bárcenas, el 22 de marzo de 2013, el extesorero se había negado a declarar. En aquellos días, Bárcenas actuaba de acuerdo con el PP y negaba ser el autor del manuscrito o caja B del PP.

El extesorero del PP explica este 15 de julio de 2013 a Ruz, pues, que ha volcado al dispositivo los datos que figuraban en su ordenador personal, un Toshiba, que el PP no le quiso devolver. El juez, días después, a petición de la defensa de Bárcenas, solicita al PP que aporte ese y otro ordenador de Bárcenas. El partido entrega ambos pero aclara que los discos duros han sido destruidos. 

Precisamente, el pasado jueves, día 4 de febrero, el PP ha sido llamado a declarar esta próxima semana, el 12, como imputado por presunto delito de daño informático y encubrimiento.

Tal como explicaba Boyero en septiembre pasado estamos ante una película. No es lo que, sin ánimo de infravalorar, podría llamarse teatro filmado. Esto es cine. O si se quiere,se trata de la adaptación cinematográfica de una obra teatral, la que dirigió San Juan en el Teatro del Barrio. Al que la obra vuelve los fines de semana del próximo mes de abril.

El director David Ilundain localiza el metraje completo en una sola sala. Y la sucesión de planos y contraplanos funcionan como un imán que aferra al espectador a la butaca. El diálogo es la reproducción literal de tramos de la declaración que prestó Bárcenas ante el juez con la participación del fiscal Antonio Romeral, las acusaciones populares y la defensa.

Y, como decimos, funciona. Hay intriga, hay socarronería -quizá un punto menor a la que suele emanar del Bárcenas real - y desprende lo que se exige de una película de no ficción de este genero: perplejidad y alucinación. Es una catarsis.

Casablanc no imita a Bárcenas. Lo interpreta. Se aproxima al timbre de su voz, haciéndolo más grave para presentarlo acorde con lo que podríamos llamar el physique du rôle -expresión francesa que define al tiempo el aspecto exterior y el interior de una personalidad-, del extesorero.

La inspiración de Casablanc abreva en fuentes públicas: las idas y venidas de Bárcenas entre su casa y los juzgados, las declaraciones ante las televisiones, la salida de prisión, todo el material que ha hecho del extesorero un personaje familiar. La velocidad con la que habla es algo mayor a la del extesorero. Pero su ritmo se corresponde con la vehemencia. Casablanc ha construido un Bárcenas de carne y hueso.

Más difícil lo tenía Manolo Solo. Porque interpreta a un juez, Pablo Ruz, que se prodiga muy poco. En algún paseíllo desde la Audiencia Nacional a una cafetería cercana.

El actor, empero, intuye la personalidad discreta, cuidadosa, de un juez que tiene 37 años en el momento de la declaración, y que depende para seguir instruyendo la causa de la renovación de mandato que cada seis meses hace una politizada comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ. Su presidente, Carlos Lesmes, se lo quiere quitar de en medio, objetivo que finalmente conseguirá en diciembre de 2014.

El Ruz de Manolo Solo, como el Bárcenas de Casablanc, capta muy bien al juez (en la imagen Ilundain junto a Solo-Ruz) 

Casablanc-Bárcenas es el encargado de tirar la bomba en el juzgado y Solo-Ruz el que, no menos perplejo que Boyero como crítico-espectador, tiene la obligación de extraer las consecuencias.

El resultado es una película de acción dentro de las paredes de una sola habitación. Son ochenta minutos que condensan cinco horas de confesión.

Pues eso, una sala de despiece de las prácticas del Partido Popular.

Las consecuencias de B La película siguen tan vigentes que al anunciar a los nominados al premio de mejor actor protagonista, el telediario de TVE anunciaba a los actores Luis Tosar, por El desconocido, a Asier Etxeandia, por La Novia, a Ricardo Darín, por Truman, y a Pedro Casablanc... sin mencionar la película.

Comentarios

Que nos valga para librarnos de esta losa de plomo en que se ha transformado el PP. ¿O lo fueron siempre?
Que ernesto, de los títeres en Madrid, nada que decir???......ya
Es David Illundain, no Miguel Illundain
No he visto el film, pero conociendo el percal y tal como dice el Boyero sobre la magnitud de la cienaga, aunque fuera por higiene moral, aunque solo fuera para darnos una pequeña e intima victoria, despues de tanta humillación, deberian pasarla en colegios e iglesias y despues de las noticias, por televisión.
Ese es el problema, Arquero, que algunos tratáis de poner al mismo nivel cuestiones que no tienen nada que ver ni en concepto ni en gravedad. Esto os impide interpretar correctamente lo que está pasando.Y Ernesto va con mayúscula, igual que Madrid.

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