El Rey y Patxi López ponen fin al bloqueo
Felipe VI permite que el proceso de investidura se ponga en marcha al designar un candidato. El presidente del Congreso da plazo para revestir de seriedad el intento
Mariano Rajoy y Pablo Iglesias comparecieron este martes de manera sincronizada, y coincidieron completamente en su diagnóstico: Pedro Sánchez debe elegir entre uno u otro, no caben terceras vías. Los dos parecían estar estirando de los brazos del líder socialista, pero no para traerlo a sus respectivos terrenos sino para desgarrarle.
Rajoy, dibujando un panorama apocalíptico si acaba triunfando la coalición del PSOE con “radicales e independentistas”. Iglesias, advirtiendo a Sánchez de que no debe intentar aproximarse a Ciudadanos, porque sería tanto como hacerlo al PP. O Podemos o la gran coalición, advertía en un tono de irritación e impaciencia. Finalmente, la salida del laberinto ha sido posible gracias a la habilidad de dos figuras: el Rey y el presidente del Congreso, Patxi López.
El Rey, al poner fin a la parálisis política de la que Rajoy y Sánchez son culpables con la designación del único de los dos que, al menos, ha mostrado la lealtad constitucional exigida y ha atendido la petición del Monarca. Y Patxi López, al asegurar que habrá un tiempo prudencial antes del debate de investidura —y de que empiecen a correr los plazos— que revista de seriedad todo el proceso y no lo convierta en una mera farsa.
Habrá que ver ahora si el PP y Podemos aceptan que el líder socialista tenga margen para intentar construir un proyecto de Gobierno que, según él mismo ha manifestado, cuente con Ciudadanos antes incluso que con Podemos.
La estrategia de Sánchez, hoy muy remota después de los vetos cruzados que se han intercambiado Rivera e Iglesias, pasa por armar una oferta reformista y regeneradora y que sea Podemos quien decida si prefiere facilitar un Gobierno de cambio o suma sus votos a los del PP para forzar un adelanto electoral.
Ahora, como este martes mismo decía Albert Rivera, Sánchez deberá comenzar a negociar en serio. Pero Rivera también le dejó claro que la coalición a tres —PSOE, Podemos, Ciudadanos— no va a ser posible. Así que, si finalmente sale un resultado de ese esfuerzo, tres actores deberán decidir.
Rajoy, si se abstiene —este martes aseguró que no lo hará— y permite así un Gobierno de las dos fuerzas que, según él, comparten principios básicos con el PP. Iglesias, si prefiere una alternativa al PP, aunque no le incluya a él. Y Sánchez, si le merece la pena formar un Ejecutivo en el filo constante de la moción de censura.
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