La cúpula de Podemos en Málaga deja el partido por la “derechización”

El secretario general de Podemos Málaga, José Antonio Vargas, ha dimitido este viernes de su cargo por estar convencido de que la formación morada "ya no representa una herramienta de cambio para los de abajo", según ha asegurado a EL PAÍS. Otros cinco miembros del Consejo Ciudadano también han presentado su renuncia. Vargas, quien llevaba un año al frente del partido, siempre ha mantenido un discurso crítico con la dirección de Pablo Iglesias. Antes de las elecciones generales ya había criticado la "derechización" de la formación.

Junto a Vargas dimiten Patricia Martos, Luisa María Robles, José Manuel Morillo, Susana Vergara y Yolanda Sánchez. "Respaldados por una buena parte de las bases con las que compartimos proyecto y trayectoria política", tal como ha señalado el hasta ahora líder de Podemos Málaga. Algunas de sus críticas son que la democracia interna y la participación de las bases ya no existen. Vargas ha asegurado que quiere formar parte de un nuevo proyecto "anticapitalista" y en eso trabaja junto a los compañeros dimitidos y otras personas de otras ciudades. Ese movimiento seguirá perfilándose en abril.

Con la marcha del secretario general, la Ejecutiva de Málaga queda disuelta y es necesario conformar otra. Previsiblemente, ahora se nombrará una gestora, paso que corresponde al Consejo Ciudadano Andaluz. La decisión pone fin a meses de tira y afloja en el seno de la formación y de discrepancias con la dirección nacional. Vargas ha lamentado que "ya no hay forma de fomentar los principios básicos de la autoorganización y la movilización; las bases de Podemos ya no son nada porque no se les pregunta nada ni pueden decidir nada". Algo que, en su opinión, se ha reforzado aún más tras las elecciones generales del pasado 20 de diciembre.

"El proyecto de Podemos ha ido virando a lo largo de su trayectoria, verticalizándose y derechizando su discurso, su programa y proponiendo medidas insuficientes para que la salida de la crisis se dé de una forma favorable para las clases populares", ha criticado.

El hasta ahora representante de Podemos en la capital malagueña ha denunciado que la formación "se ha convertido en un partido institucional más, en una herramienta de absorción de la movilización y, en definitiva, en un freno para la transformación social desde abajo". Frente a esto, ha defendido la "coherencia" de su discurso, que "ha chocado siempre con la dirección estatal". "No estamos dispuestos a sacrificar en democracia interna y en lo que haga falta con tal de conseguir puestos en las instituciones", ha declarado, mostrándose especialmente crítico con Iglesias. "El cambio tiene que pasar siempre por la movilización desde abajo y, a la hora de presentarse a unas elecciones, por un discurso rupturista; había que enfrentarse al capitalismo y no bastaba solo con su reforma", ha opinado Vargas.

El ya exdirigente de Podemos ha señalado que la formación liderada por Pablo Iglesias "no constituye la herramienta del cambio y hay que construir otra desde distintos frentes y sectores, desde distintos colectivos y organizaciones, pero sobre todo desde la movilización y la defensa de un programa de ruptura con el régimen actual". "Hemos cometido errores porque no somos profesionales de la política, pero no me arrepiento de nada de lo hecho y nos vamos satisfechos", ha dicho como balance de su labor al frente del partido.

"Nos vamos de Podemos, pero no a casa"

Vargas abandona Podemos, pero, tal y como ha precisado, seguirá trabajando para "construir un espacio anticapitalista". "Nos vamos de Podemos, pero no nos vamos a casa, seguimos haciendo política, construyendo resistencias y alternativas", ha apostillado en su nombre y en el de sus compañeros. Asimismo, ha admitido que siente "cierta insatisfacción" al ver que, pese a que creía "en este proyecto, no ha sido posible su materialización". No obstante, ha valorado que "el aprendizaje en este tiempo ha sido muy alto. "Ya sabemos cómo no se deben hacer las cosas", ha señalado.

Vargas, historiador y electricista que lideraba la candidatura Sí que podemos, cercana en sus planteamientos a la entonces corriente alternativa de Podemos, se convirtió en enero de 2015 en el primer secretario de la formación morada en Málaga. Desde entonces varios círculos han pedido su dimisión tras mostrar públicamente su alejamiento de la dirección nacional.