El exsocio de Urdangarin: “La Casa Real revisaba lo que hacíamos”

Diego Torres, el exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, ha defendido nuevamente que tanto él como el marido de la infanta Cristina no delinquieron en sus contrataciones con las administraciones públicas. "Hemos actuado de buena fe siempre", ha asegurado durante una entrevista del programa El Objetivo, que La Sexta ha adelantado parcialmente este viernes. Como ya había hecho en anteriores ocasiones, Torres ha insistido en su argumento de que la Casa Real supervisaba toda la actividad del instituto. El lunes empezará el juicio contra los 18 acusados del caso Nóos, entre ellos, la Infanta, Urdangarin y Torres.

"¿Hay algo incorrecto en el comportamiento de la Casa Real, del jefe de la Casa, de Carlos García Revenga [secretario de las infantas]? No, siempre sostendré que no, que han actuado bien", explica Torres en un fragmento de la conversación que se emitirá el domingo.

"Ellos estaban revisando lo que nosotros hacíamos, decían 'pues está muy bien hecho', 'pues me parece estupendo', 'pues adelante', y nos guiaban", resalta el exsocio de Urdangarin, de quien dice que es "tan inocente" como él. Sin embargo, Torres compara su actuación con la del esposo de la infanta Cristina: "En mis empresas no han encontrado facturas de clases de salsa (...) no hay facturas de viajes a Roma para ver partidos de fútbol, no hay safaris a África".

No es la primera vez que Torres asegura que la Casa Real estaba al tanto de la actividad del Instituto Nóos. Por ello, en abril de 2015, Torres presentó un escrito de defensa en el que proponía la comparecencia en la vista de 688 testigos, entre ellos el rey Felipe. Dos meses antes, en enero del año pasado, Torres declaró en una entrevista con la revista Vanity Fair que el instituto "era el proyecto de Iñaki Urdangarin, creado por recomendación de la Casa Real".

Con Torres y Urdangarin estará en el banquillo la infanta Cristina bajo la sospecha de ser colaboradora de fraude fiscal, sin que la acuse la Fiscalía. Diego Torres se enfrenta a peticiones de pena que suman 16,5 años de cárcel, en el caso de la fiscalía, y 22,5 años, por parte de Manos Limpias, por los presuntos delitos de prevaricación, fraude, tráfico de influencias, malversación, contra la Hacienda Pública, falsedad, estafa, falsificación y blanqueo.