Rivera apela a los logros colectivos de los españoles y llama a la participación
El candidato de Ciudadanos lamenta la "guerra sucia" de PP y PSOE "Nosotros pensamos más en el país que en nuestro partido", afirma
La Transición. Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. La lucha contra ETA y la reacción tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Albert Rivera ha cerrado este viernes la campaña electoral de Ciudadanos hilando su discurso con ejemplos de los éxitos alcanzados gracias a la unidad de los españoles. Recordando que las raíces de su partido están en una plataforma civil. Y pidiendo que los votantes se movilicen y le den una oportunidad para reformar España.
"Las naciones se unen ante una dificultad, se unen y se levantan", ha dicho Rivera en la madrileña plaza de Santa Ana y ante 3.000 personas, según la organización. "Ha llegado el momento de que este movimiento civil ponga en común todo lo que nos une", ha seguido, ponderando el papel del expresidente Adolfo Suárez o del Rey Juan Carlos. "Nosotros pensamos más en nuestro país que en nuestro partido", ha añadido. "Queremos que cambiar España no nos cambie a nosotros. La mejor forma es pensar más en grande y menos en escaños y votos", ha argumentado entre los aplausos de un público pertrechado con bufandas naranjas, al que se ha unido el padre de Leopoldo López, preso político en Venezuela, que ha recibido una larguísima ovación.
Ciudadanos arrancó la campaña a una décima del PP, según un sondeo de Metroscopia, y confiando en la capacidad de su líder para marcar la diferencia en los distintos debates con el resto de candidatos. Dos semanas después, está a más de cuatro puntos del partido del Gobierno, según una encuesta de la misma compañía, y habiendo descendido del segundo al cuarto puesto.
"Lo que hemos hecho bien es no entrar en el barro", ha dicho el candidato de Ciudadanos sobre "la guerra sucia" que cree que han emprendido contra él desde el PP y el PSOE. "Yo no he insultado a nadie. Yo no me he gastado dinero en hacer panfletos [en referencia a una publicidad del PP sobre sus propuestas económicas]", ha ejemplificado. "Yo no me he inventado tuits [Carme Chacón, candidata socialista, hizo público uno suyo que resultó ser falso, por lo que pidió perdón]. Yo no he llamado cocainómano a nadie [por Juan Carlos Monedero]. Yo no quiero gobernar a cualquier precio", ha añadido. "Hay una situación muy apretada, una volatilidad brutal, de un día a otro cambia el orden de cómo están los partidos. Hay un 17% o 18% de gente que va a votar y todavía no ha decidido. Está todo muy abierto. Lo que es novedad es que los cuatro partidos están en menos de ocho puntos. Eso es inaudito. Es la España que viene".
Los estrategas del partido dicen que la deriva en las encuestas ha respondido a sus expectativas. Según su versión, el núcleo duro que rodea al candidato decidió que Ciudadanos debía plantear todas sus propuestas antes de la campaña ("quemar todos los cartuchos", definen) para llegar en una posición destacada a la campaña. Los dirigentes de la formación establecieron esa táctica convencidos de que el PP y el PSOE tienen “una mayor potencia de fuego”, más dinero para gastar en publicidad y diseñar una campaña de grandes actos. Su hoja de ruta, en consecuencia, pasaba por controlar daños: empezar arriba en las encuestas y esperar al inevitable ajuste producido por la campaña.
Esta noche, sin embargo, Rivera ya no pensaba en eso. El domingo es la cita con las urnas. Un día, aseguró, en el que el cambio solo tendrá opciones si hay una participación histórica que alcance el 80%. "La sociedad civil va dos pasos por delante", ha asegurado, emocionado. "Como dijo el presidente Suárez, tenemos que hacer normal en las instituciones lo que ya es normal en la calle".
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