El brote de legionela de Manzanares ha afectado ya a 26 personas
La Junta de Castilla-La Mancha busca el origen de la bacteria en dos fuentes ornamentales de la ciudad
Ya ha habido 26 personas afectadas por el brote de legionela de Manzanares (Ciudad Real), según un portavoz de la Consejería de Salud de Castilla-La Mancha. De ellos, 17 ya han recibido el alta, ocho están ingresados en el hospital de la localidad y una mujer, que es la que está más grave, se encuentra en la UCI del hospital de Ciudad Real. "Tenía problemas respiratorios, fumaba y se le ha declarado una neumonía", ha dicho el portavoz.
El brote fue detectado el pasado fin de semana, cuando llegaron los primeros enfermos a los centros sanitarios de la localidad. La legionela es una bacteria que vive en el agua y se transmite por los aerosoles (gotas minúsculas) que emiten aparatos de aire acondicionado, sistemas de riego, duchas o fuentes.
En este momento, las autoridades están efectuando los contranálisis para confirmar que el origen de las bacterias está en unas fuentes ornamentales de la ciudad. Al principio se buscó el foco en las torres de refrigeración de las naves industriales de los polígonos, pero ahí no se encontró la bacteria.
La legionelosis (infección por legionela) se presenta de distinta manera según su gravedad. Lo normal es que sea una enfermedad leve, parecida a la gripe (fiebre, tos, congestión), que muchas personas superan sin saber exactamente qué les aqueja. La segunda forma en la que se presenta es más grave y se conoce como enfermedad del legionario. Los enfermos sufren fiebre elevada -con más de 39 grados-, dolor de cabeza, tos seca o incluso con algún resto de sangre, dolor torácico, molestias digestivas -náuseas, diarreas, vómitos-, cansancio y dolores musculares. Las personas de edad avanzada pueden incluso vivir episodios de confusión.
Circunstancias como tener problemas respiratorios o cardiovasculares, estar inmunodeprimido o ser fumador son factores de riesgo en este caso. Ello hace que, generalmente, las personas mayores se vean más afectadas, ya que suelen presentar comorbilidades (más de una enfermedad a la vez). Estas complicaciones pueden llevar a un desenlace fatal de la enfermedad, aunque es algo muy poco frecuente.
Al ser una bacteria, el tratamiento de la legionela consiste en administrar antibióticos, lo que puede efectuarse en el domicilio u hospitalariamente. El ingreso, además, sirve para evitar que la infección se propague, y para tratar las posibles complicaciones que surjan, como las neumonías.
Normalmente los brotes se producen en primavera (cuando empiezan a funcionar las torres de refrigeración) y al final del verano. No es habitual que haya brotes en invierno, pero en este caso las temperaturas están siendo más altas de lo normal, lo que ha podido contribuir a la proliferación de la bacteria. En lo que va de año se han declarado en España casi mil casos, según el registro del Instituto de Salud Carlos III.
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