Rivera pide una revisión de “cuánto se expone” un candidato en la campaña

“Invita a la reflexión ver la facilidad con la que se agrede a un candidato que es presidente del Gobierno. Sorprende”, dijo este jueves el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sobre el ataque que sufrió el pasado miércoles Mariano Rajoy en Pontevedra. “Todos hemos hecho una campaña muy abierta. Se corren esos riesgos. A lo mejor en un futuro hay que plantearse cómo se realizan las campañas y hasta qué punto se expone un candidato”. Dos personas se están encargando de la seguridad de Rivera durante estas elecciones.

“Es verdad que cuando uno hace campaña asume riesgos de todo tipo”, dijo Rivera. “Cuando vi el golpe pensé que nos puede pasar a cualquiera, porque estamos expuestos... es difícil defender cercanía y a la vez amplios cordones de seguridad. Tenemos que tomar decisiones”, añadió.

Dos personas se encargan de la seguridad de Rivera en campaña. El candidato, que ha recibido amenazas de muerte, cuenta con dos profesionales con diversas titulaciones (director de seguridad y escolta entre ellas) que coordinan a otros miembros del equipo para tejer una red de seguridad. “Tenemos los recursos que tenemos”, resumen.

El candidato de Ciudadanos, según fuentes de su entorno, trabaja protegido por hasta tres círculos de seguridad, según la ocasión. Durante la campaña, Rivera ha dado muchos paseos por las ciudades en las que iba a dar mítines. En Cádiz se encontró con una protesta de trabajadores de Delphi, en Granada con otra de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y en Guadalajara con un piquete de la UGT y un joven que le abordó para criticar una de sus propuestas.

La estrategia de seguridad ha sido siempre parecida. Al candidato primero le rodean algunos de sus compañeros de la Ejecutiva, y los líderes locales, que forman “una red permeable que permite pasar a quienes quieren hacerse una foto, o transmitir una queja o una felicitación, y que al mismo tiempo puede cerrarse inmediatamente”.

El segundo círculo lo forman dos profesionales, que ocupan una posición más exterior para controlar a las personas que se van acercando al primero, y que permanecen especialmente atentos a la actitud de los viandantes y los objetos que portan en las manos. Finalmente, a veces, según fuentes que conocen las dinámicas del dispositivo, la policía nacional forma un tercer círculo, que precede el paso del candidato y lo cierra tras sus huellas.