Los candidatos dejan 21 provincias fuera de su ruta de campaña

Las caravanas electorales que durante dos semanas exhiben a los candidatos a la Presidencia por España adelante no llegan a todas las esquinas. 21 provincias se han quedado sin actos protagonizados por las estrellas de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, mientras que ocho circunscripciones han recibido la visita de los cuatro aspirantes. En los territorios descartados, otros cargos y militantes contrarrestan su ausencia desplegando discursos y capacidad de persuasión en bares, plazas y mercadillos.

En Lleida, un territorio donde la orografía multiplica las distancias, ya se han acostumbrado a que ningún candidato a la presidencia recale allí durante la exigida campaña electoral a las generales. “Podemos sobrevivir sin nuestras estrellas”, afirma Óscar Uceda, cabeza de lista de Ciudadanos. “A Albert (Rivera] lo pueden ver en la tele”. Para contrarrestar la ausencia del líder supremo, el equipo de Uceda ha encontrado en la capital de esta circunscripción catalana un punto estratégico para llegar a los electores casi como si salieran en la pequeña pantalla: la plaza ubicada en medio de la calle Mayor, la segunda vía peatonal más larga de Europa, el lugar donde piden el voto y en el que “en una sola tarde” reparten 400 globos.

“Para nosotros una estrella política es un alcalde de una población de 50 habitantes que no cobra nada y al que llaman los vecinos directamente a su teléfono móvil para que le solucione sus problemas”, proclama Fernando Sabés, coordinador de campaña del PSOE de Huesca y regidor de San Esteban de Litera. Los socialistas de esta provincia que tampoco ha recibido ni recibirá la visita de Pedro Sánchez aseguran que en los pequeños ayuntamientos oscenses los mítines no han pasado de moda. “Hemos llegado a reunir a más de 100 personas en un municipio de 400 habitantes”, presume Sabés. “La gente nos conoce y nos valora incluso en una campaña en la que se ve mucho la tele y algunos no trabajan el territorio”.

En Palencia, una provincia que Mariano Rajoy ha pisado antes de la campaña en actos como presidente del Gobierno, sustituyen los mítines “masivos en sitios importantes por cientos de actos pequeños”. “Reunimos a ocho o diez vecinos en un bar y tomando un café les contamos nuestras propuestas”, explica Carlos Fernández, presidente provincial de los populares. “Nuestras estrellas son los concejales y afiliados. Por más que viniera Rajoy nunca tendríamos un acto del tamaño de una ciudad poblada y no tendría el efecto de las reuniones pequeñas, las verdaderamente necesarias”. El candidato a la reelección es el que más provincias recorrerá esta campaña, 21 frente a las 19 de Rivera, las 18 de Sánchez y las 17 de Pablo Iglesias.

La realidad de Castilla-La Mancha tampoco da para grandes espectáculos políticos. María Díaz, coordinadora de la campaña de Podemos en esta comunidad en la que Iglesias solo ha visitado Toledo en campaña, defiende la importancia que tienen los bares, plazas y mercadillos para seducir a los electores de este tipo de territorios. “Frente a la lógica de los mítines buscamos lugares donde podamos generar interacción”, apunta.