Sánchez: “Mas y Rajoy son las dos caras de la misma moneda”

Cataluña es una de las prioridades del PSOE, tanto por el desafío independentista de Artur Mas, que sigue muy presente a pesar de haber pasado más de dos meses desde las autonómicas y de haber sido incapaz de formar Gobierno, y porque la región es, junto a Andalucía, el gran caladero de votos del socialismo. Las generales de 2011 así lo reflejaron, con un mapa azul, color PP, salvo —exceptuando a los partidos nacionalistas— las provincias de Barcelona y Sevilla, que quedaron como únicos refugios del PSOE. La trascendencia que Pedro Sánchez, secretario general de los socialistas y candidato a la presidencia del Gobierno, otorga a Cataluña —y en concreto a Barcelona y su área metropolitana— queda manifiesta en el tirón decisivo del PSC, el "partido hermano" de Ferraz, en el triunfo en seis de las 11 elecciones generales celebradas desde la restauración de la democracia. 

Sánchez, que ha vuelto a incidir, como hará a lo largo de estas dos semanas de campaña, que el PSOE es el único partido garante de que un cambio de Gobierno sea factible, ha culpado a Mas, pero también ha responsabilizado a Mariano Rajoy, de la crisis política enquistada en Cataluña. "Ha sido una legislatura de oportunidades perdidas. Desde hace ya bastantes años los socialistas hemos venido denunciando el escenario al que nos estaban llevando quienes están enrocados en la defensa numantina de sus posiciones, sin dejar ningún resquicio para la política y para el acuerdo", ha expresado el aspirante socialista, que reivindica la propuesta de reforma de la Constitución de su partido: "Es la única idea que en este momento hay sobre la mesa para dar una salida a la situación que se ha creado en Cataluña", ha expuesto. Eso sí, esta reforma de la Ley Fundamental la ve posible con un PP "en la oposición y sin Rajoy".

"Es el momento de decir basta a quienes levantan muros cuando catalanes y el conjunto de españoles compartimos los mismos problemas que han provocado juntos Mas y Rajoy, Rajoy y Mas", les ha igualado durante un desayuno organizado por El Periódico de Cataluña al que ha asistido la plana mayor del PSC, con Miquel Iceta al frente. Es más, para el candidato socialista, el presidente de la Generalitat y el presidente del Gobierno son parejos, por no decir idénticos. Para ello ha recordado cómo la reforma laboral "que sufren los trabajadores en Barcelona o en Córdoba" se aprobó con los votos del PP y de CiU. O la amnistía fiscal "a la que se acogieron [Jordi] Pujol y [Luis] Bárcenas", y que se aprobó con los votos de los mismos partidos. Igual que los recortes en el Estado del Bienestar: "Los recortes, la reforma laboral y la amnistía fiscal no tienen nacionalidad sino ideología, la conservadora que comparten Mas y Rajoy. Son las dos caras de la misma moneda de la política a desterrar a partir del 20 de diciembre".

"Dos meses después de las elecciones, Cataluña sigue con un gobierno en funciones; es decir, con un grave problema de gobernabilidad al que le ha conducido el señor Mas. Pero los problemas reales de los catalanes, los que afectan a su vida de cada día, siguen aguardando respuesta", ha incidido Sánchez, que, ya centrado en la campaña, ha centrado sus críticas a Rajoy por su ausencia en el debate organizado el lunes por EL PAÍS —tampoco asistirá al que se televisa el próximo lunes; en su lugar acudirá la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría— y por ser, como ha demostrado en la legislatura, poco dado a dar explicaciones. "Rajoy solo tiene una seña política: la ocultación. Se ha escondido del Parlamento, es el presidente que más comparecencias ha rechazado, y se esconde de los ciudadanos. Su rechazo a dialogar, y en Cataluña ese problema se ha manifestado en toda su magnitud, es otra razón más que justifica el cambio, porque España necesita un presidente que dialogue y sea capaz de construir, con todos, un futuro para todos". Y quién mejor que él, Pedro Sánchez, ha concluido.

Sobre el Senado, cuya eliminación propone Ciudadanos, Sánchez no cree que la "solución" para España sea un sistema unicameral, aunque sí es partidario de una revisar el funcionamiento de la Cámara, a la que pide que sea "territorial".