El PSOE expulsa al histórico alcalde que le dio la Diputación de Lugo al PP
El castigo llega después de que el diputado socialista Manuel Martínez le devolviese el poder a su partido con su voto en una moción de censura, el pasado octubre
El PSOE ha decidido expulsar provisionalmente al alcalde de Becerreá y diputado provincial en Lugo, Manuel Martínez, por propiciar que la popular Elena Candia se alzase con la Presidencia de la Diputación de Lugo el pasado junio. Los socialistas también lo separan por haber votado con el PP en sesiones plenarias para frenar las iniciativas del BNG, socio de Gobierno del PSOE.
Hace poco más de un mes Martínez hizo el paseíllo en el salón de plenos de la Diputación entre aplausos de sus compañeros de filas. Martínez, un histórico militante socialista, llevaba entonces entre sus manos el voto que posibilitaba arrebatar al PP el Gobierno provincial, un feudo que habían perdido solo tres meses antes por la traición de ese mismo regidor. Ese día los populares le advirtieron a Martínez de que con el poder recuperado su partido se vengaría de él.
La Ejecutiva federal del PSOE ha decidido este miércoles expulsar provisionalmente al que fue hasta hace nada su hijo pródigo porque "su actuación supuso un gravísimo daño a la imagen del partido, no sólo en la provincia de Lugo, sino en todo su conjunto", informan fuentes de la formación. Y lo hace pese al apoyo que Martínez ha recibido de otros cargos públicos socialistas.
El último capítulo de esta historia de amor y odio en la Diputación de Lugo se produce después de que Martínez empezase a votar en los plenos provinciales con el PP para fastidiar al BNG, socio de Gobierno de los socialistas. El alcalde de Becerreá, que está imputado por malversación de fondos públicos, ejecuta así su venganza contra los nacionalistas gallegos por haberlo vetado primero como presidente de la institución provincial y luego como miembro de la Junta de Gobierno esgrimiendo sus problemas judiciales. La pinza de Martínez con los populares, por la que el grupo socialista ha iniciado también los trámites para expulsarlo, ha provocado incluso que diputados del bloque se hayan quedado sin sueldo por dedicación exclusiva y hayan tenido que volver a sus antiguos puestos de trabajo.
La expulsión de Martínez, decidida por una "acumulación" de causas, no pone en peligro el Gobierno provincial de Lugo, subraya los socialistas. Pese a que sin este diputado la suma de escaños socialistas y del BNG ya no superan a los del PP en el hemiciclo, la legislación impide que se presente una segunda moción de censura, explican fuentes del partido, y "la mayor parte de las decisiones importantes en una Diputación se toman en la Junta de Gobierno, no en el pleno".
La decisión de Ferraz, contra la que Martínez ya ha anunciado que presentará alegaciones, llega justo al día siguiente de que otro alcalde socialista de la provincia de Lugo —José María Arias, regidor de Castroverde— entregase al secretario de Organización del PSOE, César Luena, una carta para defender a su compañero de Becerreá. Esa misiva pide, además, a la dirección federal que impulse "las medidas oportunas para normalizar la situación" y "desenmascarar a los verdaderos responsables" de la crisis. Martínez ha recibido también el apoyo de los alcaldes de Navia de Suarna y Burela, pero Luena ya ha advertido sobre el asunto que "las normas son iguales para todos".
La tormenta desatada por la rebelión de Martínez ha dejado al descubierto las luchas de poder que vive el partido socialista en Lugo, territorio del actual secretario general del PSdeG-PSOE y aspirante a enfrentarse al popular Alberto Núñez Feijóo en las autonómicas del año que viene, José Ramón Besteiro. Besteiro, que saltó a la secretaría general tras ser presidente de la Diputación de Lugo desde 2007 y que presenció en junio en primera fila cómo Martínez entregaba el Gobierno de la institución al PP, había evitado hasta ahora tomar medidas contra el alcalde de Becerreá. Tras el escándalo de aquel pleno de investidura, el líder de los socialistas gallegos, que arrastra también una imputación por cohecho, defendió la "honorabilidad" de Martínez y logró que este volviera al redil apoyando la moción de censura contra el efímero Gobierno de la popular Elena Candia. Con el poder ya a salvo, la paciencia se le ha acabado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.