La “eclosión” del yihadismo autóctono
El último estudio de Elcano muestra una veloz transformación de los islamistas detenidos: nacidos en España (el 45%), más jóvenes, más mujeres y casi todos de Ceuta y Melilla
Casi la mitad —el 45%— de los 118 detenidos por yihadismo en España desde la escalada de violencia del Estado Islámico en 2013 tienen nacionalidad española. Así lo revela el último estudio del Real Instituto Elcano, que muestra la veloz transformación del radicalismo islamista en España y arroja preocupantes conclusiones. La primera y primordial es que el país vive una “eclosión” del terrorismo yihadista autóctono con dos focos principales en Ceuta y Melilla, de donde son naturales el 75,8% de esos islamistas españoles. La mayoría son chicos jóvenes, con una llamativa irrupción de mujeres, el 15,8%.
Un minucioso análisis de los 118 detenidos en España desde 2013 por su implicación en actividades yihadistas arroja resultados tan claros como alarmantes. Aparte de que casi la mitad tienen nacionalidad española (el 45%) o nacieron en España (el 40,5%), evidencia que ha habido un notable incremento de islamistas españoles en solo tres años. “El porcentaje de nacionales es tres veces superior al contabilizado entre condenados o muertos por actividades yihadistas de 1996 a 2012”, y casi diez veces superior si se tiene en cuenta que en ese periodo “apenas el 4,8% eran nacidos en España”, concluye el estudio elaborado por los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo, del Real Instituto Elcano.
La principal conclusión del informe es, por tanto, que se está produciendo una “eclosión” del terrorismo yihadista autóctono. Una característica nueva —el terrorismo islámico era tradicionalmente foráneo— y preocupante a la luz de los resultados conocidos de las primeras investigaciones policiales sobre la autoría de los brutales atentados de París del pasado viernes. Casi todos los terroristas identificados hasta la fecha son franceses o belgas, pertenecientes a segundas y terceras generaciones de inmigrantes musulmanes. España, adonde podría haber huido un terrorista fugado, mantiene el nivel de alerta 4 —riesgo alto—, aunque ha reforzado los controles fronterizos y la vigilancia de las llamadas infraestructuras críticas.
“Los españoles tenemos una oportunidad histórica con las segundas generaciones de inmigrantes”, señalaba Reinares, en la tercera edición del Foro sobre Terrorismo Global celebrado ayer en Madrid, donde presentaron el estudio (“Terroristas, redes y Organizaciones: facetas de la actual movilización yihadista en España”). “Hay que encontrar un acomodo para esos jóvenes, no solo en las escuelas y en los lugares de culto sino también en las familias, para que adopten los valores y principios de las democracias abiertas, y podemos aprovechar los errores de otros países que ya han demostrado, como Francia, que el modelo asimilacionista no ha funcionado, como tampoco lo ha hecho el multiculturalista inglés u holandés”.
Combatientes españoles.
El informe de Elcano revela igualmente que el 37,4% de esos 118 detenidos en España tienen nacionalidad marroquí. Y señala que de los 133 combatientes que el Ministerio del Interior calcula que partieron desde España para unirse al ejército del autoproclamado “califa de los musulmanes” Abu Bakr al-Baghdadi, el 60% son marroquíes, un 30% son españoles y el resto de distintas nacionalidades. Las autoridades francesas estiman que —hasta junio de 2015— eran “unos 1.200” los combatientes que habían viajado a Siria o Irak desde Francia. Y desde la Oficina Central de Investigaciones judiciales marroquí, se estima que desde su país habían partido con idéntico destino hasta abril de 2015 1.354 combatientes.
Terrorismo en compañía
Se supone que la propaganda diseminada por el Estado Islámico y otras organizaciones yihadistas a través de Internet es estímulo suficiente para que numerosos jóvenes musulmanes se radicalicen a sí mismos en la versión belicosa del salafismo, optando por preparar y ejecutar, ellos solos, actos de terrorismo. Sin embargo, únicamente el 9,6% del total de los yihadistas o supuestos yihadistas detenidos en España desde 2013 estaba implicado en solitario, señala el último estudio del Real Instituto Elcano. “Se trata de individuos dedicados sobre todo, en el momento de ser arrestados, a la difusión de propaganda y enaltecimiento del yihadismo en las redes sociales”.
El informe pone de manifiesto que “nueve de cada diez detenidos después de 2013, es decir, en el contexto de la movilización asociada a las insurgencias yihadistas en Siria e Irak, se encontraba implicado en actividades terroristas junto a otros individuos de sus mismas ideas. Por tanto, la tendencia es la de una implicación en compañía, a modo de acción colectiva y no de actuación individual”, dice el informe. La Red es una vía de captación y reclutamiento pero también un modo real —y no solo virtual— de actuación.
La velocidad de transformación del radicalismo islámico es un hecho contrastado por este estudio. La realidad de la amenaza islamista ha cambiado mucho en poco tiempo, tanto por la rápida expansión y crecimiento del Estado Islámico (se estima que recluta una media de 3.000 combatientes al mes) como por su potente aparato propagandístico y su avance en el terreno virtual con 44.000 cuentas en Twitter.
Ceuta y Melilla, los focos.
Ceuta y Melilla son los principales focos del yihadismo autóctono en nuestro país. El 75,8% de los detenidos desde 2013 vinculados al islamismo radical son nacidos en alguna de esas dos ciudades autónomas españolas. Y el principal “componente foráneo del yihadismo en España es marroquí”, cuatro de cada diez nacidos en la región de Tánger—Tetuán—Alhucemas. No obstante, Barcelona se ha convertido en otro de los principales escenarios yihadistas de España, ya que el 29% de los detenidos desde 2013 lo fueron en la ciudad condal y sus alrededores. El 5% de los detenidos son nacidos en la capital catalana, pero ese porcentaje asciende hasta el 12,2% si se abre el abanico a otros municipios catalanes vecinos.
Más jóvenes y más mujeres.
Otro de los cambios notables el perfil del terrorista yihadista autóctono es que son “cada vez más jóvenes” y de dos años para acá se ha detectado una presencia significativa de mujeres, hasta entonces ausentes en el radicalismo violento. De los detenidos en España desde 2013 por su implicación yihadista, el 60,9% tiene entre 15 y 29 años, el 15,8% son mujeres y el 13,1%, conversos.
El mito del ‘lobo solitario’.
Además, según el estudio, la mayoría de los yihadistas detenidos no actuaron solos. El 90,5% lo hizo en colaboración con otros. Así ha quedado patente en la desarticulación la semana pasada de la última célula yihadista en Vallecas (Madrid) y en otras operaciones policiales anteriores en Barcelona. Los recientes ataques coordinados en las calles de París han constatado este hecho, mostrando un importante salto cualitativo en la capacidad organizativa de los comandos del ISIS. La idea del “lobo solitario”, la principal amenaza hace unos meses, ha quedado reducida ya casi a un mito. Este relevante estudio pretende, según sus autores, “servir para crear políticas certeras y efectivas que contribuyan a reducir la amenaza yihadista”.
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