Avances graduales
Contemplar cómo los parlamentarios de la izquierda abertzale colocan flores en homenaje a las víctimas de ETA era impensable no hace mucho tiempo
Contemplar cómo los parlamentarios de la izquierda abertzale colocan flores en homenaje a las víctimas de ETA, como sucedió ayer en el Parlamento vasco con motivo del Día de la Memoria, era impensable no hace mucho tiempo. Es verdad que ese reconocimiento lo fue también para las víctimas de los grupos parapoliciales y de los abusos policiales porque todas las víctimas de la violencia tienen derecho al mismo tratamiento, como dijo la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería. Pero Tejería también subrayó la deslegitimación de la violencia y con ella se refirió a ETA, la única que en el pasado contó con legitimación política por el apoyo de la izquierda abertzale y parte de la población vasca, descartando con ello a los grupos parapoliciales y a actuaciones policiales abusivas durante la Transición porque carecieron de legitimación y apoyo popular.
La novedad no sólo fue, por tanto, la plena presencia de la izquierda abertzale en el reconocimiento a las víctimas del terrorismo. También lo fue la declaración de la presidenta del Parlamento, que rompía cinco años de homenajes en silencio, desde que en 2010, siendo lehendakari Patxi López, los partidos vascos decidieron honrar a las víctimas del terrorismo el 10 de noviembre. Ayer logró una declaración de mínimos en la que el Parlamento y luego el Gobierno vasco deslegitimaron la violencia y reconocieron a todas sus víctimas.
A ETA le queda reconocer el daño injusto causado por el terrorismo y a la izquierda abertzale su complicidad política, como recuerdan los partidos vascos periódicamente. Este déficit, unido al reconocimiento de las víctimas de abusos policiales junto con las de ETA y los grupos parapoliciales, ha llevado al PP y UPyD a ausentarse del acto unitario del Parlamento vasco y del Gobierno autónomo.
Estamos, pues, ante la historia de la botella medio vacía y medio llena. El PP resalta lo que falta y a su posición no es ajena la cercanía electoral y la necesidad de marcar un perfil político ante la presión de algunas asociaciones de víctimas, con el perjuicio social que ocasiona la falta de unidad política.
El PNV y PSE, partidos que han gobernado Euskadi, resaltan el importante recorrido efectuado por el País Vasco hacia la convivencia, incluida la izquierda abertzale, desde que, hace cuatro años, ETA cesó definitivamente. Pero gradúan sus avances pues en los Ayuntamientos, con alguna excepción, los homenajes han sido silenciosos ante el riesgo de divergencias.
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