Rajoy reacciona y busca formar un bloque constitucional frente a Mas
El presidente del Gobierno inicia con el líder de la oposición las reuniones para preparar una estrategia conjunta ante el independentismo catalán
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder socialista, Pedro Sánchez, pactaron este miércoles en un almuerzo en La Moncloa la respuesta legal y política que tomarán en los próximos días ante el desafío independentista de Artur Mas y sus socios. Ni Rajoy ni Sánchez ponen objeciones a sumar a ese bloque constitucional a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos. Los tres intentarán ahora, con diversas estrategias y recursos, dilatar al máximo el proceso soberanista en marcha en el Parlamento catalán antes de buscar un consenso amplio que se evidencie en la Diputación Permanente del Congreso.
Los contactos entre los tres principales candidatos en estos momentos a presidir el Gobierno de España continuarán produciéndose casi a diario en los próximos días. Rajoy y Sánchez hablaron brevemente por teléfono el pasado martes y quedaron para comer en La Moncloa ayer, miércoles, de manera discreta. Tras el almuerzo, que duró alrededor de una hora, La Moncloa y el PSOE emitieron un comunicado idéntico en el que indicaron que ambos dirigentes habían “acordado trabajar coordinadamente en defensa de la Constitución, la unidad nacional, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles”.
Una frase que Rajoy repite en todos los mítines e intervenciones para subrayar que, aunque está dispuesto a dialogar sobre todo, sus líneas rojas están en la legalidad vigente. Sánchez, que está muy alarmado ante la deriva independentista en Cataluña y con la inactividad de Rajoy, también suscribe que todo lo que se negocie o plantee debe sustentarse sobre la ley, aunque él ofrece además una reforma de la Constitución orientada hacia un Estado federal.
Los servicios de comunicación de Presidencia del Gobierno distribuyeron incluso una foto de Rajoy y Sánchez juntos en los jardines del palacio.
Coincidencias
Los dos dirigentes aprovecharon para intercambiar puntos de vista sobre el camino a seguir a partir de ahora, a menos de dos meses de las elecciones generales y apenas a un mes del inicio de la campaña. Rajoy y Sánchez coinciden en defender que en este momento el escenario de cualquier respuesta coordinada debe ser el Parlamento catalán y no el Gobierno de la nación, ni el Congreso de los Diputados ni el Senado.
En el Gobierno central entienden que nada de lo registrado hasta ahora en Cataluña tiene ningún efecto ejecutivo y es meramente declarativo, incluso la resolución a favor de iniciar el camino hacia la república pactada entre los soberanistas de Junts pel Sí y la CUP. Sánchez también corrobora esa visión del problema.
La estrategia a seguir consiste en pactar las acciones, recursos, revocaciones y demás tipos de reclamaciones parlamentarias en Cataluña entre PP, PSC y Ciudadanos con el objetivo de dilatar el proceso allí el mayor tiempo posible. El ejemplo de ese plan conjunto ya en marcha se debía de haber visto ayer en la Mesa del Parlamento catalán, aunque al final la actuación se enmarañó porque el PSC mantiene su peculiar tesis de cómo abordar ese plan. El PSC registró su propia resolución para que la Mesa descalificase la propuesta independentista al margen de la de Ciudadanos, que el PP suscribe.
Los populares, además, sostienen que han evitado la formalidad de constituir por ahora su propio grupo y nombrar su portavoz en ese órgano de gobierno del Parlamento catalán hasta el límite del 5 de noviembre para provocar a su vez el retraso del proceso.
El portavoz parlamentario del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, no se privó de utilizar el relativo desmarque del PSC ayer para exigir a Pedro Sánchez que “llame al orden” a los socialistas catalanes para que vuelvan antes del 5 de noviembre al “compromiso” de ir junto a las fuerzas constitucionalistas. En el PSC aportan otra versión de lo sucedido. Cuestionan que sea una buena idea registrar una resolución alternativa a la independentista que “le dé categoría y facilite un debate que no queremos que se celebre en ningún caso”, según fuentes socialistas catalanas.
El Gobierno central espera que ese acuerdo de principios logrado entre Rajoy y Sánchez se extienda a Rivera y a futuras actuaciones si, como parece, al final la Mesa del Parlament aprueba la resolución independentista. Serán entonces los propios diputados afectados del PP, PSC y Ciudadanos los que volverán a recurrir, en este caso en amparo y ante el Tribunal Constitucional, para demandar que se anule esa iniciativa y ya se esperaría a conocer la postura del órgano judicial contra los firmantes de la propuesta de Junts pel Sí y la CUP.
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