Diez años sin Setmarian
Los servicios secretos sospechan que el fundador de Al Qaeda en España ha muerto en una cárcel de Siria
Diez años desaparecido es demasiado tiempo. Los servicios secretos y policiales españoles creen que Mustafá Setmarian, Abu Musab al Suri, el fundador de Al Qaeda en España, ha muerto en una cárcel siria bajo el control del presidente de ese país, Bachar el Asad, según fuentes consultadas por EL PAÍS.
El paradero de Setmarian es un misterio desde que el 5 de octubre de 2005 —se va cumplir una década— fue detenido en Quetta, localidad paquistaní y entregado por el ISI, servicio secreto, a agentes de la CIA y el FBI que entonces ofrecían por su captura una recompensa de cinco millones de dólares y lo situaban como el cuarto terrorista más buscado del planeta tras Osama Bin Laden y su actual sustituto Ayman Al Zawahiri. Tras su detención, nunca confirmada oficialmente por Pakistán ni por EE UU, su nombre se esfumó de la lista oficial del FBI.
La única evidencia de su paradero la reveló este periódico en 2011 al publicar documentos secretos del Ministerio de Defensa de EE UU, fechados en 2008 y redactados por militares en la cárcel de Guantánamo (Cuba), donde se asegura que Abu Musab al Suri fue entregado a Siria. Antes de su entrega permaneció en el limbo de los agujeros negros de la CIA y recaló un barco prisión (prisionship) en la base naval de Diego García, una isla británica en el oceáno Índico.
De Madrid a Afganistán
- Mustafá Setmarian llegó a España procedente de Siria en 1985.
- Trabajó en Londres para Abu Qutada, el icono de los salafistas en Europa y más tarde para el mulá Omar en Afganistán. Inventó la figura del lobo solitario.
- Llegó hasta la cúpula de Al Qaeda y Bin Laden le encargó diseñar la nueva yihad.
“Hemos preguntado a los sirios por Mustafá y no responden. Creemos que ha podido morir en la cárcel”, afirma una fuente autorizada de los servicios de inteligencia. “No entendemos la postura de los sirios. Si no ha muerto, la única explicación es que no informen para guardarlo como baza de negociación con el ISIS (Estado Islámico)”, añade la fuente.
Nunca hasta ahora los servicios antiterroristas españoles habían pronunciado la palabra muerte al referirse a la suerte de este sirio pelirrojo nacionalizado español que a mediados de los ochenta sembró la semilla de la yihad en España. Logro regularizarse mediante una boda falsa con Pilar Toledo, una joven turolense de 29 años a la que no volvió a ver hasta tres años después para firmar las actas de separación y divorcio. “O sigue en prisión o ha muerto. Es muy raro que si estuviera libre como se especuló no jugara un papel relevante en la mediación entre Al Qaeda Central y el ISIS”, asegura un oficial de información de la Guardia Civil.
El 23 de febrero de 2014 Mohamed Bahaiah, Abu Khaled al Suri, compañero de Setmarian durante su trayectoria de servicio a la yihad fue asesinado en Alepo, su cuna, en un ataque protagonizado por hombres del Estado Islámico. Semanas antes había sido enviado por Al Zawahiri para mediar con el ISIS y acabar con sus disputas.
Bahaiah residió en los ochenta en España y fue el brazo derecho del pelirrojo. Juntos vivieron en Granada, juntos fueron detenidos en Quetta, juntos padecieron los agujeros negros de la CIA y juntos fueron entregados por EE UU al régimen de El Asad antes de que estallará la guerra civil. Bahaiah fue puesto en libertad en libertad en 2012.
“De Bahaiah sí tuvimos constancia de que había sido puesto en libertad, pero nunca hemos creído que había sido liberado Mustafá. Cada día que pasa sin noticias de Setmarian se acrecienta nuestra sospecha de que ha podido morir en una prisión Siria”, asegura una fuente de los servicios de información.
El Gobierno sirio no responde a las preguntas de los servicios españoles, pero tampoco lo hace a las autoridades judiciales. Setmarian está reclamado en varias causas judiciales, pero nunca ha respondido a las peticiones que cursó en 2009 el entonces juez Baltasar Garzón. Elena Moreno, la mujer española de Mustafá, cree que su marido sigue preso en Siria, pero asegura no tener ninguna información sobre su estado ni su paradero. Reside en un país árabe con sus cinco hijos y da clases de inglés en un colegio.
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