Sanidad vigila el virus chikungunya tras detectar el primer caso en España
El primer infectado aquí, y no en el extranjero, es un hombre de 60 años de Gandía
Las autoridades sanitarias españolas vigilan de cerca a los mosquitos que transmiten el virus chikungunya, una enfermedad infecciosa procedente de países tropicales de la que este verano se ha registrado el primer caso autóctono —no importado, es decir, que el contagio se ha producido en España y no en el extranjero, como era habitual hasta ahora—. Se trata de un hombre de 60 años residente en Gandia (Valencia), que padeció la enfermedad en julio. La autoridad europea de salud pública también pide extremar las precauciones.
La imparable expansión por varias zonas de España del mosquito Aedes albopictus, más conocido como mosquito tigre, que transmite enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla o el chikungunya, ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias, sobre todo después del primer caso autóctono de chikungunya que se detecta en España. Tanto la Comunidad Valenciana como el Ministerio de Sanidad aplican un protocolo de vigilancia que considera los casos autóctonos alertas de salud pública. El departamento de salud pública valenciano tiene en marcha una investigación epidemiológica y entomológica para buscar focos del insecto y evitar nuevos casos.
La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica que produce fiebre y fuertes dolores articulares, pero también otros síntomas como dolores musculares y de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Procede de países tropicales, pero se está extendiendo por medio mundo. En Europa se han producido brotes en Italia y Francia.
El mosquito tigre se detectó por primera vez en Cataluña en 2004 y desde entonces ha ido bajando por el litoral mediterráneo. Se le considera una de las especies exóticas de mayor potencial invasor. Para que haya transmisión, el mosquito tiene que picar a dos personas: una con la enfermedad y otra sana, a la que inocula el virus. El periodo de viremia (cuando el virus está presente en la sangre de un enfermo) ronda los cinco o seis días.
También las autoridades europeas de salud pública piden extremar las precauciones. El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) publicó ayer un extenso informe de evaluación de riesgos sobre el caso español en el que recuerda que este mosquito está presente en Valencia desde 2013. Este organismo europeo subraya la necesidad de detectar posibles casos con rapidez y de informar a la población sobre cómo evitar la proliferación de los insectos. La zona de Francia a la que viajó el afectado de Gandia también está investigando la presencia de mosquitos.
Fuentes del departamento de Salud Pública valenciano explicaron que es probable que se hayan producido más casos autóctonos de chikungunya que han pasado inadvertidos. En ocasiones, los síntomas se pueden confundir con los de una gripe y el enfermo ni siquiera acude al médico. Incluso si lo hace puede que este no detecte la enfermedad. En España se registraron el año pasado 266 casos de virus chikungunya, todos importados, según el Centro Nacional de Epidemiología. Durante este año (hasta mediados de julio) se han diagnosticado 86 casos de chikungunya en España, 18 de los cuales en la Comunidad Valenciana, según datos de la Consejería de Sanidad valenciana.
Brotes en Italia y Francia
El afectado de Gandia notó los síntomas el 7 de julio, estando en Francia de viaje —aunque los investigadores tienen claro que la picadura se produjo en Gandia—, y estuvo hospitalizado en Girona entre el 11 y el 16 de julio. Fue posteriormente, durante una consulta con su médico de familia porque seguía sufriendo dolores en las articulaciones, cuando este sospechó y le solicitó unas pruebas serológicas en el laboratorio que confirmaron la enfermedad. Ahora se encuentra perfectamente, según un portavoz de la Consejería de Sanidad valenciana.
El caso autóctono de Gandia no es el primero en la Unión Europea, pero sí de los primeros. El informe del ECDC recuerda que ya se han dado dos focos de transmisión autóctona: en 2007 en Emilia Romagna (Italia), con más de 200 casos, uno de ellos mortal, y en Francia (Var), en 2010, con dos casos, y en 2014 con otros 12 (en Montpellier).
Fernando de la Calle, especialista en enfermedades tropicales del hospital La Paz-Carlos III, asegura que en su unidad cada vez se ven más casos de esta enfermedad. En 2011 registraron cuatro, en 2014 ya fueron unos 20 (procedentes casi todos de República Dominicana) y en lo que llevamos de 2015 han contabilizado al menos 50, la mayoría de Colombia, enumera. El tratamiento de la enfermedad es solo sintomático: analgésicos, antiinflamatorios, corticoides y, en algunos casos, fármacos para enfermedades reumatológicas.
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