Un barco fondeado ilegalmente deja sin luz a Formentera

La historia se ha vuelto a repetir. Un barco que fondeaba de forma ilegal en la zona de Es Cavallet, en Ibiza (Islas Baleares), ha roto con el ancla el cable que suministra electricidad a la isla de Formentera. La luz ya ha vuelto a la pitiusa menor a través de un segundo cable que también proporciona recursos eléctricos y que ofrece energía a las más de 30.000 personas que en verano habitan la isla.

Los hechos se produjeron el pasado martes, cuando una embarcación que fondeaba en la zona ibicenca de Es Cavallet, donde esa práctica está prohibida, arrancó con el ancla el cable eléctrico que une Ibiza y Formentera, así como parte de la pradera de posidonia que habita en el lecho marino. Un portavoz de Red Eléctrica afirma que “el ancla ha provocado un destrozo en la pradera de posidonia, además de romper el cable del enlace entre ambas islas”.

La zona en la que se produjo la rotura del cable se encuentra a una distancia de casi 300 metros de la playa, y a una profundidad de entre 10 y 15 metros. La ruptura del cable provocó un primer apagón el martes al mediodía, seguido de otro de casi 20 minutos tiempo después.

Desde la compañía explican que el segundo cable existente tendría que haber sido suficiente para mantener la electricidad en la isla, sin embargo, “no funcionó, se sobrecargó y se produjeron dos apagones” que dejaron sin luz Formentera. Ambos apagones fueron de corta duración y no superaron la media hora. Los rigores del verano, que se combaten con el aire acondicionado, y el aumento de visitantes por las vacaciones exigieron al máximo del suministro.

Red Eléctrica afirma que se ha comenzado a reparar el cable averiado, unas tareas que pueden tardar un mes hasta completarse, ya que deben llevarse a cabo con mucho cuidado para no dañar el entorno y dependen de la meteorología. Los hechos han sido puestos en conocimiento del Govern, la demarcación de Costas de Ibiza, el Consell de Insular y la Delegación del Gobierno.

Yate de lujo

No es la primera vez que esto ocurre. En junio de hace dos años un yate de lujo destrozó el cable de fibra óptica que discurre entre las dos pitiusas, dejando Formentera sin internet. En consecuencia, establecimientos comerciales, hoteles, restaurantes y entidades bancarias estuvieron cerca de 30 horas sin poder realizar operaciones tan sencillas como el cobro mediante tarjeta de crédito. Días antes de este episodio, el cable de fibra óptica había sido reparado después de que otro barco lo hubiera arrastrado con el ancla.

Las praderas de posidonia, una planta acuática endémica del Mediterráneo que cubre el fondo marino de Baleares, están protegidas y sometidas a procesos de conservación, ya que están amenazadas principalmente por la pesca, los fondeos de embarcaciones y los dragados.