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La policía cree que las chicas de Cuenca murieron en la casa de Morate

El presunto homicida "solo esperaba a Marina y se encontró también con Laura"

Morate, de camino al tribunal en Rumania, este viernes.
Morate, de camino al tribunal en Rumania, este viernes.ADRIAN PICLISAN (EFE)

La policía regresó este viernes por la mañana a la casa de Sergio Morate, el presunto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, las jóvenes de 24 y 26 años desaparecidas el pasado 6 de agosto en Cuenca y cuyos cuerpos aparecieron el pasado miércoles en una poza en el nacimiento del río Huécar cubiertos en cal viva. Los investigadores, que ya inspeccionaron esa vivienda durante más cinco horas el pasado martes sin que trascendiesen los resultados, creen que las pudo asesinar en ese piso de la urbanización Ars Natura, a escaso kilómetro y medio de la casa de ambas, en el llamado barrio del Pozo de las Nieves. Hasta allí acudieron las dos amigas antes de que se les perdiera el rastro para recoger unos enseres de Marina, su exnovia.

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Morate, de unos 30 años y con graves antecedentes por maltrato y detención ilegal de otra pareja anterior, fue detenido —tras un minucioso seguimiento policial— el jueves por la tarde en la casa de un amigo suyo de la cárcel de Cuenca —donde cumplió su condena—, concretamente en un apartamento de la calle Nicolae Balcescu de la localidad de Lugoj, en Rumanía. Este viernes, horas después de que cientos de personas dieran el último adiós a las dos víctimas con sendos funerales, él se declaraba inocente ante un Tribunal de Rumanía, que dictó su prisión preventiva durante 15 días, a la espera de la llegada de una solicitud formal de extradición de España, según informó Efe. La letrada Claudia Candea explicó que su cliente “considera que no es culpable”. En su declaración arguyó que no quería volver a España porque temía por su vida, debido a que tanto él como su familia habían recibido amenazas.

También agregó que Okarynska era de origen ucraniano y que su familia tenía contactos que podrían poner en peligro su vida, incluso en una cárcel española, según contó la abogada. Sus dos acompañantes quedaron en libertad, uno de ellos, su amigo, con cargos. “Será investigado por complicidad mientras está en libertad”, según aseguraron fuentes policiales rumanas a Efe.

Los primeros resultados conocidos de las autopsias de las chicas indican que murieron violentamente. Presumiblemente golpeadas y estranguladas, dado que ambas presentaban golpes en la cabeza. Marina en concreto fue asfixiada “con una brida” de plástico. La autopsia pone de manifiesto “el carácter violento y de origen homicida” que dio lugar al fallecimiento de las dos mujeres, según la nota difundida este viernes desde el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha.

Según las autopsias, la muerte de ambas se produjo por golpes y asfixia; concretamente, "por estrangulamiento"

Los agentes habrían regresado al piso del principal sospechoso en busca de más pruebas. Según fuentes de la investigación, el supuesto asesino “solo esperaba a Marina”, que había sido su novia durante años, “pero se encontró también con Laura”. El doble asesinato se habría producido el mismo jueves 6 de agosto.

Los investigadores también inspeccionaron este viernes un segundo inmueble cuya localización no ha sido precisada. Se sospecha que en uno u otro emplazamiento se produjo el doble homicidio. Al mismo tiempo, descartan que las dos jóvenes fueran asesinadas en las pozas del río Huécar, donde se hallaron los cadáveres el pasado miércoles por la tarde.

Posteriormente, y según esa hipótesis, el homicida habría llevado los cuerpos con su propio coche hasta el lugar en el que fueron encontrados por una vecina el pasado miércoles, cubiertos en cal viva en una poza del nacimiento del río Huécar, a escasos tres kilómetros de Palomera, el pueblo de origen de la familia de su presunto captor, a 9 kilómetros de la capital.

El amigo rumano que servía cafés en la cárcel

Ana Carbajosa

El pasado jueves, a las 18.30, la policía entró en la casa de un ciudadano rumano en la ciudad de Lugoj, al oeste del país y detuvo a Sergio Morate, el presunto captor y asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska. Junto a él se encontraba su amigo István, con el que habría entablado una estrecha relación durante el tiempo que ambos pasaron en prisión, según fuentes oficiales.

István y Morate coincidieron en la cárcel de Cuenca a partir de 2009, donde ambos cumplieron condena. Los dos coincidieron en el llamado módulo de ingresos, separados del resto de los presos. Morate entró en prisión hace seis años por un delito de violencia de género tras secuestrar y atar a su expareja. El contacto con otros presos habría supuesto un serio peligro de linchamiento. Al año y medio salió por buena conducta de la cárcel.

Los que le conocen recuerdan que István era un tipo frío y pulcro, que mantenía su celda muy limpia y que colaboraba con la institución. Tanto Morate como él servían los cafés a los funcionarios, recuerdan fuentes conocedoras del caso.

En la ciudad de Cuenca residen unos 4.000 rumanos, según detallan en la asociación hispanorumana de Cuenca, al tiempo que expresan su “horror” ante la conducta de su compatriota. La mayoría, aseguran, están muy bien integrados.

Hace un par de años, István —nombre de origen húngaro— salió de la cárcel. Morate había salido algo antes, en 2010. Ambos siguieron en contacto, según un conocido. Un vecino de Cuenca asegura que vio a István en la ciudad hace 20 días.

Laura acompañó a Marina en su coche, que fue hallado la madrugada del viernes en las inmediaciones por sus padres, cuando regresaban de poner la denuncia por su desaparición. En el vehículo se encontraron su bolso, su teléfono móvil y sus pastillas para la cardiopatía que padecía. “Las pudo dejar ahí porque iba a subir un momento, ella no pensaba que la iban a matar”, comentan fuentes cercanas al caso.

El hecho de que el asesino hubiese comprado días antes la cal viva ha llevado a pensar a los investigadores que el crimen pudo ser premeditado, al menos el de una de ellas, el de Marina, que se había vuelto a vivir a Ucrania, su país natal, y estaba en Cuenca pasando unas vacaciones.

“Conocían al individuo”

Desde que la desaparición de las chicas se vinculó a Sergio Morate los familiares temieron lo peor. “Conocían al individuo”, aseguran fuentes cercanas al caso. Más de cinco horas se prolongó el jueves el examen forense de los restos de Laura que, según fuentes de la investigación, presentaba un fuerte golpe en un pómulo. Y el análisis del cuerpo de Marina se prolongó hasta bien avanzada la noche, al encontrarse en peor estado de conservación por efecto de la cal viva.

También el hecho de que el presunto homicida comentase días antes a sus familiares que tenía pensado irse a un país sin posibilidad de extradición con España, apuntala la tesis de que hubo premeditación en el crimen.

Morate se presentó este viernes con gesto serio y no respondió a las preguntas de los periodistas rumanos que le esperaban en el tribunal. Fue ingresado en el Centro de Detención y Arresto Preventivo de Timis. Y el juez fijó una nueva audiencia para el próximo 28 de agosto, aunque si llegase antes la solicitud oficial de extradición desde España, la decisión podría adelantarse.

El caso lo asumió este viernes al juzgado de instrucción número uno de Cuenca, encargado de los asuntos de violencia de género. Las dos amigas han pasado a engrosar la lista de 31 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año.

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