El Partido Popular pierde el poder

El PP ha perdido este domingo el poder autonómico casi total que logró en 2011, y la gobernabilidad en buena parte de España queda ahora a merced de los pactos. De las ocho comunidades en las que hace cuatro años obtuvo la mayoría absoluta, el partido de Mariano Rajoy está a punto de perderla en seis, según los primeros datos del escrutinio; entre ellas, Madrid y la Comunidad Valenciana, bastiones populares. Podemos y Ciudadanos entran en prácticamente todos los Parlamentos, y de muchos salen IU y UPyD. El PSOE se mantiene en Asturias y podría recuperar Extremadura, Aragón y Castilla-La Mancha.

Hace cuatro años, en los comicios que tiñeron el mapa autonómico de azul y adelantaron el triunfo de Rajoy en las generales de ese mismo año, el PP logró la mayoría absoluta en ocho comunidades: Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Baleares, Murcia, Cantabria y La Rioja; fue la fuerza más votada en otras dos, donde gobernó a través de pactos (Extremadura y Aragón). Y solo se quedó en la oposición en tres territorios: Asturias, Navarra y Canarias. Otras cuatro comunidades no celebraban elecciones ese año y tampoco lo han hecho ahora: Andalucía (donde gobierna el PSOE), Cataluña (CiU), Galicia (PP) y País Vasco (PNV).

Ese mapa quedó roto este domingo. Con el escrutinio disponible a medianoche (entre el 7% y el 97%, en función de las autonomías), la mayoría absoluta del PP se había perdido en seis comunidades: Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla-La Mancha, Cantabria y La Rioja (además de en Melilla). Y se tambaleaba en las otras dos: Castilla y León —en manos de los populares desde hace casi 30 años— y Murcia (además de en Ceuta). El PSOE era la fuerza más votada en Asturias y Extremadura. Ambos partidos dependen de los pactos con Ciudadanos, Podemos o formaciones regionalistas.

Podemos, un partido creado hace 15 meses, entra en los 13 Parlamentos. Ciudadanos, que nació en 2006 y solo tenía representación autonómica en Cataluña, está en todos menos en Castilla-La Mancha y Navarra. El camino inverso siguen los dos grandes castigados de estos comicios: IU se queda sin presencia en Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia; y UPyD sale de las dos Cámaras en las que estaba: Madrid y Asturias. Esos datos podrían variar en algún territorio con el escrutinio final.

La caída para los populares es especialmente sensible en Madrid —donde el PP sigue siendo el más votado pero solo podría gobernar con el respaldo de Ciudadanos, una opción que ni siquiera estaba claro que sumara mayoría anoche— y en la Comunidad Valenciana. Allí, con el 88,1% escrutado, un tripartito de PSOE, Podemos y Compromís podría desalojar al popular Alberto Fabra del Gobierno. El sudoku de los pactos también será protagonista en Baleares —con el PP igualmente amenazado en su hegemonía— y en Aragón (seis partidos tendrán que negociar en la Cámara). En Castilla y León, Ciudadanos tendría la llave, igual que en Murcia.

El escrutinio en Castilla-La Mancha estuvo ajustado hasta el último momento. Con el 90% de los votos contados, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, había perdido la mayoría absoluta (obtenía 16 diputados) en favor de la suma de PSOE y Podemos; este partido entraría en un Parlamento en el que hasta ahora solo había dos fuerzas. Y el socialista Guillermo Fernández Vara será presidente de Extremadura si recibe el apoyo de Podemos, que sustituye a IU como fuerza clave en la gobernabilidad.

En Asturias, con el 98% escrutado, los socialistas son la fuerza más votada y alcanzarían la mayoría absoluta con Podemos (nueve diputados). En Navarra la situación es complicadísima: UPN gana, pero no suma mayoría ni siquiera con el PP y PSN. Geroa Bai y Bildu tampoco suman, ni siquiera si les respalda Podemos.