“La DGT ha autorizado por la puerta de atrás la subida a 130 km/h”

A Francisco Canes lo primero que se le viene a la cabeza es la intensa carrera electoral que se avecina este año. Ahí encuentra él, presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA, la explicación al anuncio de la DGT de mediados de febrero de informar de la velocidad a partir de la cual saltarán los radares. "Tráfico ha autorizado de facto un aumento de la velocidad. Es una subida por la puerta de atrás", recalca el representante del colectivo, que insiste en que esta medida responde a cuestiones políticas. Canes subraya que esta iniciativa redunda en el mensaje de banalización de la velocidad como factor clave en los accidentes. "Va a haber un aumento de la siniestralidad", augura el presidente: "Más aún, en un momento en el que está cambiando la tendencia de reducción del número de muertos".

Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), rechaza la tesis de las asociaciones de víctimas. No cree que esta medida de Tráfico esconda un intento de elevar la velocidad en las carreteras españolas. En su opinión, la DGT pretende todo lo contrario. Insiste en que el poyecto del equipo de Seguí pasa por reducirla a un máximo de 90 kilómetros hora en las vías secundarias. "Por ello, este anuncio del margen de los radares no es más que un caramelo". "Y, además, ha introducido muchísima confusión en la conducción. Porque solo se aplica en las carreteras que dependen de la DGT. En el resto, no"

"No puede ser que una infracción sea evaluada de forma diferente en función del punto donde se produce". Así comienza Antonio Lucas, portavoz del Real Automóvil Club de España (RACE), su análisis sobre el nuevo paquete de medidas adelantado por Seguí en el Congreso. "Lo importante es que ha unificado los criterios", apostilla en referencia al anuncio de Tráfico de que los radares saltarán ocho kilómetros por encima del límite fijado en las carreteras de hasta 100Km/h; y a los 109 en las vías de 100, a los 120 en las de 110, y a los 131 en las de 120. "Se trata de que el margen de error sea público y cómun a todo el mundo", sentencia.