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Un intento de asesinato destapa la mayor red de proxenetas de España

Desarticuladas las organizaciones rumanas descendientes de ‘Cabeza de Cerdo’ La policía relaciona a los seis detenidos con un atentado con explosivos

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS
Patricia Ortega Dolz

Se llamaba Dorel. Durante años fue el segundo de Ioan Calmparu, más conocido como Cabeza de Cerdo, El Padrino o Papá, uno de los mayores traficantes de mujeres del mundo, detenido en Madrid en 2011. El nuevo cabecilla y sucesor de “la red de proxenetas más importante de España”, aficionado a dar palizas y a extorsionar al brutal estilo de su maestro y predecesor, fue presuntamente hallado muerto hace unas semanas en México, adonde había huido al sentir el aliento de la policía en el cogote. Un certificado de defunción publicado en Facebook y unas huellas así lo acreditan, aunque quedan por contrastar las pruebas definitivas de ADN.

En los últimos tiempos, ubicado en un piso de Madrid capital, viviendo a todo trapo y consumiendo drogas por doquier, su liderazgo estaba en entredicho. El maltrato y la agresividad con la que trataba a sus propios colaboradores —palizas incluidas— habían propiciado que muchos de ellos comenzaran a trabajar por libre, creando su propia organización criminal paralela y compitiendo con él en un negocio que dominaba la prostitución de toda la Colonia Marconi (en el distrito madrileño de Villaverde), Alcalá de Henares y Parla.

“Aproximadamente podía recaudar 200 euros semanales por cada una de las mujeres que trabajaban en su zona de influencia, si eran más de 100 quiere decir que recaudaba un mínimo de 20.000 euros a la semana”, explican fuentes de la investigación, que ha desarrollado el Grupo XVI de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, especializado en bandas del Este. “Las prostitutas eran en su mayoría rumanas, jóvenes y sin estudios que habían traído engañadas desde su país, donde Dorel es —era—una institución mafiosa”, apuntan las mismas fuentes.

Dispuesto a dar un golpe de efecto creando el terror entre sus colaboradores y rivales y demostrar su poderío, Dorel trazó un plan. Nada menos que un plan con bomba teledirigida. Pero le salió mal. Estalló hacia las 23.00 del pasado 8 de noviembre en una calle de Parla, en el interior de un vehículo Skoda. Es la primera vez que se produce en España una ataque —aunque fallido— con artefacto explosivo entre organizaciones criminales rivales, al más puro estilo de Al Capone. Casera, realizada con un kilo de Riodin —un explosivo similar a la Goma 2— y con un detonador eléctrico instantáneo —según comprobaron después los TEDAX de la Brigada de Información de Madrid—, el artefacto le estalló en las manos a quien pretendía usarlo para asesinar a Baku, el homólogo de Dorel en la banda rival.

“Ha sido alguien que ha puesto una bomba en mi coche para matarme”, declaró aquel sicario después de sufrir la amputación de una pierna y parte de una mano. Mentía. Aún tullido, estaba dispuesto a mantener el imperio de silenció que rodeaba históricamente a ambas organizaciones y que era la garantía de su supervivencia. Hoy está en prisión, junto a otros cuatro detenidos por la colaboración en el intento de asesinato y la potencial víctima.

En los 11 registros realizados por los agentes en distintos puntos de la Comunidad de Madrid y Toledo, además de cinco kilos de material explosivo, varias armas de fuego y detonadoras, armas prohibidas, equipos informáticos, dinero en efectivo, documentación y tres vehículos de gama alta con matrículas falsas, se encontraron coches teledirigidos y fue la mujer del hombre que sufrió el impacto de la bomba quien confesó el rocambolesco plan: “Querían utilizarlos para colocar la bomba debajo del coche de Baku y hacerla estallar a distancia”. De ahí el nombre de esta operación: Jacarie, que significa “juguete” en rumano. El cuerpo de Dorel, “muerto por sobredosis” y que huyó hacia México con documentación falsa días después de la explosión, yace ya supuestamente enterrado en tierras rumanas.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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