“En el 78 no hubo un pacto de élites: algunos venían del exilio y de la cárcel”

Cayo Lara (Argamasilla de Alba, Ciudad Real, 1952) anunció el 16 de noviembre que no volverá a ser el candidato electoral de IU tras seis años al frente de la federación. Esa decisión despejó el camino al diputado Alberto Garzón, quien, incluso si es finalmente elegido candidato, cohabitará con Lara en la dirección del partido hasta la asamblea de 2016.

Pregunta. Imagine que es médico y tiene que reconocer a un paciente. ¿Cómo se encuentra IU?

Respuesta. Como organización está bien y yo la veo sólida. Creo que no hemos despegado los pies del suelo. Mi obsesión es que no puede haber crítica sin alternativa. Una de nuestras propuestas ha sido la derogación del artículo 315.3 del Código Penal [que prevé prisión agravada para los piquetes de huelga que coaccionen a los trabajadores]. El Gobierno acaba de anunciar, con buen criterio en este caso, que se va a suprimir. Nos sentimos padrinos de esa propuesta.

P. Las encuestas reflejan un escenario de fragmentación y crisis para IU.

R. Queda un año por delante. Y lo más importante de las encuestas es que el bipartidismo se está llevando un toque muy fuerte. Ahora bien, la última encuesta es la de las urnas, y en las europeas triplicamos el resultado en diputados y en número de votos. Creo que hay mucha indignación, mucha incertidumbre. Los sondeos no van a hacer que levantemos el pie del acelerador.

P. ¿Su partido aspira a gobernar?

R. Tenemos fortaleza intelectual, en la organización, en los simpatizantes y en el tejido social, suficiente para poder acceder a órganos de Gobierno. En política hay que comprometerse. No estamos únicamente con la pancarta.

P. ¿Cuáles son los ejes de su programa?

Mi generación vivió la dictadura y sabe qué es la Transición. Se
hizo lo que se podía

R. La defensa de lo público, la democracia profunda, que donde mejor se puede aplicar es en los propios Ayuntamientos. El eje central va a ser la lucha contra el paro y la lucha contra la corrupción.

P. ¿Con quién se aliarán?

R. Tenemos en nuestro ADN echar al PP de las instituciones. Es una necesidad democrática.

P. ¿Con quiénes se van a entender?

R. Con quien quiera la mayoría de ciudadanos. El poder de decidir los acuerdos lo dan los ciudadanos con la correlación de fuerzas de las urnas. Imagínese que en Madrid el PP no tuviera la mayoría y que otras fuerzas de izquierda y centroizquierda decidieran que no quieren mojarse para echarlo. Serían apedreados por la calle, la gente no lo entendería. No hay nada predeterminado. Lo importante es saber qué correlación de fuerzas tendremos los partidos de la izquierda alternativa.

P. ¿Le parece acertada la estrategia de reclamar constantemente un pacto con Podemos?

R. El propio ADN de IU es un ADN de convergencia. Nosotros nacimos convergiendo con otras fuerzas políticas. Vamos a converger social, sindical y políticamente con todas aquellas fuerzas con las que podamos llegar a concretar una propuesta programática de izquierdas. Nosotros hemos hecho la oferta pero si alguien no quiere tendrá que explicarlo a los ciudadanos.

P. ¿Está IU pacificada?

Si la izquierda no se moja para echar al PP, nos apedrearán por la calle

R. Absolutamente. En una organización que venía muy confrontada, hemos sabido hacer convivir a las distintas familias con un nivel muy alto de entendimiento. Llevamos seis años sin ninguna bronca o confrontación salvo alguna puntual.

P. Tienen una en Madrid, donde los portavoces en la Asamblea y en el Ayuntamiento se resisten a dimitir pese a la decisión de la Presidencia.

R. Hemos pedido que den un paso al lado dos personas que tienen responsabilidad política, pero no es gente que haya metido la mano en ninguna caja. Yo confío en que Madrid va a resolver la situación de manera positiva.

P. ¿Le parecen suficientes las explicaciones de Tania Sánchez por el caso que afecta a su hermano en el municipio de Rivas?

R. Tania ha sido elegida como candidata y todos los focos se van a poner sobre ella. Espero y deseo que el resultado de la comisión de investigación salga bien y de una manera justa. Pero una cosa me llama la atención: ¿por qué no se ha producido una advertencia de ilegalidad si el tema era ilegal?

P. ¿Mantuvo contactos con Pablo Iglesias antes de las europeas? ¿Se arrepiente de algo?

R. Yo no he estado en ninguna reunión ni he tenido ningún contacto con Pablo Iglesias antes de que ellos decidieran constituirse. Luego hubo una reunión con gente de la organización. Fue un intercambio de ideas, no una reunión para hablar de proyectos comunes, de ir juntos. A Pablo la última vez que le he visto fue en Ecuador. Nos saludamos por la noche en la cena presidencial. Hubo mucha rumorología sobre si IU rechazó ir con Podemos. Si se hubiera tratado de preparar una candidatura conjunta, se habría hecho de manera normalizada.

P. Usted defiende una reforma constitucional profunda y, a la vez, el pacto del 78.

R. Mi generación vivió la dictadura y sabemos lo que es la Transición. Yo soy de los que defiende que se hizo lo que se podía, los sindicatos y la izquierda conquistaron lo que pudieron. Y fue un pacto no de élites. Algunos lo califican de pacto de élites... Fue un pacto de élites que estaban en la cárcel y en el exilio y otros que estaban en el poder y en la dictadura. Se habría podido avanzar mucho, pero la ruptura de ese pacto por parte de la derecha política y económica es lo que nos ha llevado a esta situación de deterioro. El no haber desarrollado España como Estado federal y plurinacional nos ha llevado a la situación actual con respecto a Cataluña. Rajoy ha sido un fabricante de independentismo.

P. Se quedará hasta 2016. ¿Cómo va a ser esta etapa?

R. El año que me queda de parlamentario seguiré con mi actividad parlamentaria, y a mí me pagan por eso.

P. ¿De qué se arrepiente? ¿Y de qué se siente orgulloso?

R. Estoy orgulloso de haber sido capaz, en una organización con dificultades, de ayudar a poner paz. De los elementos negativos me apunto Extremadura [en referencia al apoyo de IU al PP].