Una mujer entre los 40 detenidos por la muerte del ultra de los Riazor Blues
Todos los arrestados en la gran operación policial pertenecen al grupo Frente Atlético
Una mujer, un militar de la Unidad Militar de Emergencia y un guardia civil de Rivas Vaciamadrid se encuentran entre los 40 detenidos por la pelea que causó la muerte a palos del ultra de Riazor Blues Francisco Javier Romero Taboada, fallecido el pasado 30 de noviembre. Fuentes policiales han destacado como "absolutamente inhabitual" en España que una mujer participe en grupos ultras violentos relacionados con el fútbol y que participen en peleas de este tipo.
Entre los arrestados hay dos supuestos autores materiales de la agresión que causó la muerte del hincha gallego en la aguas del río Manzanares. Según fuentes policiales, uno de ellos es un taxista de Parla, conocido como "el Búfalo". El taxista tiene 33 años y no consta que tuviera antecedentes penales, según fuentes cercanas a la investigación. La operación continúa abierta y en las últimas horas se ha detenido a cuatro hombres en Gijón, que viajaron la víspera del Atlético de Madrid-Deportivo de La Coruña, del pasado 30 de noviembre, pernoctaron en el hotel Praga de la capital y participaron también en la multitudinaria pelea de Madrid Río.
Pese a que inicialmente parecía que todos los detenidos en la Operación Neptuno eran varones, esta mañana se ha conocido que entre los 40 arrestados hay una mujer. Todos están implicados en mayor o menor grado en la brutal pelea que se saldó con la muerte a palos del ultra de Riazor Blues Francisco Javier Romero Taboada, fallecido el pasado 30 de noviembre.
La única mujer detenida hasta el momento –sólo se ha llevado a cabo la primera fase de la operación-- tiene 23 años y estuvo ya implicada en el asalto al Bar Duratón, el cuartel general del Frente Atlético en las inmediaciones del Vicente Calderón, el 31 de diciembre del año pasado.
La trifulca se produjo entonces por la división interna existente entre los radicales rojiblancos. Parte de los ultras del Atlético se alinearon ideológicamente con los Ultrasur del Real Madrid –su eterno rival, pero también de extrema derecha— cuando éstos últimos fueron expulsados del Bernabéu por sus agresivas conductas. Pero otra parte del Frente Atlético no quería saber nada de los merengues. Así que aquel martes de final de año decidieron enfrentarse a sus propios vecinos de grada y asaltaron su local dispuestos a medir sus fuerzas. Desde entonces, la división interna permanece. La joven detenida ayer fue una de las asaltantes implicadas en aquella ocasión, aunque entonces no fue detenida. Esta vez sí lo ha sido y está acusada de un delito de riña tumultuaria.
Además de ella, ayer fueron detenidos también un militar y un guardia civil del cuartel de Rivas y dos menores. Todos del Frente Atlético. La policía sospecha que entre todos ellos podrían estar los autores materiales del asesinato del hincha gallego. Hoy prosiguen los interrogatorios en los calabozos de la comisaría de Moratalaz. Entre los delitos que se les atribuyen están el homicidio, la tenencia ilícita de armas u objetos peligrosos o la participación en riña tumultuosa.
Las detenciones se han practicado en el marco de la operación Neptuno, desarrollada por la Brigada de Información de Madrid con el apoyo de la primera Unidad de Intervención Policial de la Policía Nacional. La investigación comenzó hace ya dos semanas, tras la brutal reyerta que protagonizaron los cientos de hinchas rojiblancos y otros tantos ultras de Riazor Blues, llegados desde Galicia en sendos autobuses a primera hora de ese domingo hasta las inmediaciones del Calderón.
En las inmediaciones del estadio rojiblanco les esperaban cientos de ultras del Frente Atlético dispuestos a batirse en un duelo a muerte, armados con palos y barras metálicas, y decididos a saldar las deudas de un odio recíproco alimentado durante años por estar alineados en ideologías opuestas: de extrema izquierda los gallegos y de extrema derecha los madrileños.
La reyerta, que pilló a primera hora de la mañana a las fuerzas de seguridad fuera de juego completamente, fue multitudinaria. Aunque no se ha aclarado si hubo o no cita concertada entre ambos bandos (las versiones son contradictorias), la tremenda agresividad pudo verse —vecinos y paseantes grabaron las escenas de la brutal pelea— por ambas partes y se saldó con un muerto, y decenas de detenidos (21) y heridos.
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