“¡Qué haces si se te mueren tus hijos!”
Los equipos de rescate consideran que hay pocas esperanzas de encontrar supervivientes entre los 30 inmigrantes desaparecidos
Las mantas y ropa acumuladas este sábado en el contenedor de basura del espigón aún recuerdan el dolor que asoló el puerto pesquero de Almería el viernes. Aún ejercen de testigos mudos de los llantos y gritos que "encogieron el corazón", según sus palabras, de los voluntarios de Cruz Roja desplegados en la zona. Algunas de esas prendas cubrieron a las ocho mujeres que arribaron a la dársena "hundidas, destrozadas", tras salir de Nador en una patera en la tarde del miércoles y permanecer a la deriva hasta que las encontró un buque mercante casi dos días después. Cuando las hallaron, a su lado viajaban otras 21 personas también rescatadas —entre ellas, una embarazada y una niña pequeña trasladas en helicóptero al hospital antes de que el grupo tocase tierra—; pero faltaban casi una treintena de inmigrantes que cayeron al agua de noche. Según los datos de la ONG, siete de ellos eran "sus niños". Todos, desaparecidos en el Mediterráneo.
"Las madres llegaron al puerto en estado de shock, pero se agarraban a la esperanza de que sus bebés siguiera vivos", relata Francisco Vicente, uno de los miembros de Cruz Roja que atendió a los sin papeles en el puerto. Llevaban preparados desde primera hora de la mañana, avisados ya de que Salvamento Marítimo buscaba a una balsa neumática que había partido de Marruecos camino a la Península. "A la una de la tarde nos fuimos a la dársena para asistirlos", recuerda el voluntario, que rememora el sentimiento de "indignación" que le recorrió el cuerpo al ver a esas mujeres "rotas", "empapadas". "Era una escena dramática. ¡Qué haces si se te mueren tus hijos!", sentencia.
Porque, según recalcan fuentes de la subdelegación del Gobierno de Almería, las posibilidades de encontrar con vida a los desaparecidos son "escasas". Además, como ha ocurrido en naufragios anteriores de pateras, muchas veces ni siquiera se encuentran los cadáveres. "Nosotros hemos retomado este sábado la búsqueda y hemos reforzado el dispositivo", subrayan esas mismas fuentes, que enumeran el despliegue: una patrullera y un helicóptero de Salvamento Marítimo, otro tanto de la Guardia Civil, y un buque de la Armada.
Todos ellos han tratado este sábado de encontrar, sin éxito, a los subsaharianos. Tras suspender las labores de rescate, el domingo volverán a echarse al mar al amanecer. En total, según los primeros datos facilitados por la ONG Caminando Fronteras, que alertó a Salvamento Marítimo de la existencia de la patera, se encontrarían desaparecidas 28 personas; ya que el colectivo, en contacto telefónico con los ocupantes durante la travesía, aseguró entonces que iban a bordo 57 inmigrantes. Además, Cruz Roja también calculó una cifra parecida —"unos 58 ó 59"— en base a los testimonios de los supervivientes. La Policía, por su parte, tras efectuar los primeros interrogatorios, considera que "al menos" iban otras 20 personas, además de las halladas.
"Aunque la cifra no está cerrada y es muy difícil que termine sabiéndose al 100% seguro cuántos eran", añaden fuentes de la subdelegación, donde se baraja "las condiciones climáticas y el oleaje" como una de las posibles causas que provocó la caída de los sin papeles al Mediterráneo. "La policía no descarta ninguna hipótesis". Relata Cruz Roja que los inmigrantes "cuentan que hubo oleaje, que se averió el motor, que la gente se puso nerviosa. Y que entre peleas, cayeron al agua".
Mientras tanto, los médicos del complejo hospitalario Torrecárdenas (Almería) ya han dado este sábado de alta a tres de las siete mujeres que ingresaron el viernes en las instalaciones. Según informan fuentes de la Consejería de Sanidad, cuatro de las inmigrantes restantes se encuentran en planta —incluida una embarazada que dejó cuidados intensivos—, además de la niña, de unos 3 años, trasladada en helicóptero al centro de salud. "La pequeña presentaba fuertes síntomas de hipotermia cuando se le rescató y necesitaba entrar rápido en calor", explica la Cruz Roja.
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