Aquí Burgos, el espíritu de Gamonal resiste
Los vecinos se movilizan para detener unas obras de seis millones en la plaza de toros
Burgos ha dejado de ser una ciudad alejada del ruido de los noticiarios. Desde hace un trimestre cientos de vecinos se manifiestan en la calle varias veces por semana. El objeto de la ira popular es que la mayor inversión de la ciudad en tiempos de crisis sea el arreglo de la plaza de toros por seis millones de euros, un lugar donde apenas se celebra una decena de festejos al cabo del año. Los vecinos creen que se dispuso para favorecer al poderoso empresario local Méndez Pozo. El criterio personal de un funcionario interino terminó siendo el factor decisivo para su adjudicación.
Los vecinos rebeldes de Burgos, que ya causaron en enero el asombro del país por su revuelta en el barrio del Gamonal, tienen estilo propio. Minutos antes de manifestarse deciden en asamblea callejera el recorrrido, si es hacia la casa del alcalde, si tiran hacia la plaza Mayor (Ayuntamiento), si van a la subdelegación del Gobierno, si a todos los sitios a la vez porque en Burgos todo está cerca, o si se desvían hacia el edificio del Diario de Burgos, donde está Mendez Pozo, constructor y propietario del periódico. El alcalde, por sus obras, y el constructor, por las mismas obras, son sus objetivos recurrentes.
También deciden in situ que los de mayor edad se pongan en primera fila de la manifestación. Hecho. O cualquier otro menester. Así lo hicieron el viernes, ante la atenta mirada de los antidisturbios llegados de Madrid. Los vecinos seguirán así hasta que paren las obras o el alcalde acepte hacer una consulta. Ya pararon las del bulevar del Gamonal, así que hay precedentes de su parte.
El origen del conflicto es una plaza de toros vieja y enferma de aluminosis, que se quiere convertir en un recinto bajo techo para albergar también otros espectáculos. El alcalde Javier Lacalle lo convirtió en un empeño casi personal y aprovechó el verano para resolver el concurso público entre el 21 de julio y el 20 de agosto.
La opinión de un interino fue clave para adjudicar una obra de 6 millones
Las cinco empresas aspirantes estaban entre las grandes del sector: FCC, Ferrovial, Sacyr, Dragados y Acciona. Sacyr iba acompañada de Constructora Rio Vena, empresa de Méndez Pozo. El sistema de puntuación debía superar varias fases. Una sigue un criterio objetivo en función de la oferta económica y la mejor era de FCC, unos 600.000 euros más barata que la segunda mejor oferta. Otra fase era la relativa a mejoras y, en ese punto, el criterio de un arquitecto le dio 22 puntos a todas las ofertas por igual. Otro apartado versaba sobre el desarrollo de la obra, que juzgó una arquitecta interina, Dolores García Fuente, que lleva 8 años esperando una oposición. De García Fuente dependía otorgar hasta un máximo de 13 puntos: su máxima puntuación fue para Sacyr-Rio Vena (12) y Acciona (12). Como Acciona era la oferta más cara, el voto de García Fuente se convirtió en decisivo. Además, FCC, la más barata, había sido eliminada por una baja temeraria de 30.000 euros, una cifra que se considera irrelevante, dado el prestigio de Ferrovial.
García Fuente dice que evaluó a los candidatos “sin conocer la oferta económica porque ese sobre estaba cerrado, así que desconocía si podía ser decisivo”. El concurso se decidió por menos de un punto de diferencia (0,9708).
¿Es lógico que la parte subjetiva de un concurso de este calibre lo decida una sola persona?. “Eso pregúnteselo a mi jefe”, responde García Fuente, luego de reprochar que se ha informado de forma tendenciosa. ¿Es normal que lleve ocho años de interina?. “Pregúnteselo también a mi jefe”.
Su jefe es Fernando Inés Gallo, jefe de planeamiento de la gerencia de Fomento. Inés Gallo defiende la competencia de su técnico, pero reconoce que, desde ahora, el trabajo de García Fuente lo harán tres personas y no una.
Gamonalización
Los líderes de esta nueva campaña vecinal contra el alcalde y sus obras son aquellos del Gamonal, gente corriente que ya no es tan corriente, como Manuel Alonso, Ana Moreno Francisco Cabrerizo, Enrique Alonso e Israel Hernando, que hace de portavoz ante las cámaras, un portavoz con coleta, un detalle estético que parece estar de moda.
Su activismo y su liderazgo se ha pronunciado en diez meses de asambleas. El Gamonal desapareció de los focos pero no la actividad vecinal. “Se ha acuñado un nuevo término”, dice la socióloga Begoña Bernal, “que es Gamonalización, como sinónimo de lucha urbana. Porque en la sociedad actual, todo descontento se manifiesta en entornos urbanos”.
Las últimas europeas dieron un aviso en el barrio: el PP perdió más de un tercio de sus votos y el PSOE casi la mitad. IU los triplicó y apareció como tercera fuerza Podemos.
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