Los disturbios vuelven al barrio burgalés de Gamonal tras diez meses
Medio centenar de personas cruza contenedores y se enfrenta a la policía en protesta por la remodelación de la plaza de toros, adjudicada al empresario Méndez Pozo
El barrio de Gamonal de Burgos ha vuelto a convertirse en el centro de disturbios solo diez meses después de las movilizaciones que obligaron al Ayuntamiento de la ciudad a parar la conversión de la Calle Vitoria, la arteria principal de la ciudad, en un bulevar. En esta ocasión, la movilización se ha producido como protesta contra las obras de remodelación integral de la plaza de toros adjudicada en 5,6 millones de euros por el Ayuntamiento de Burgos. Esta obra fue adjudicada por el Ayuntamiento a una unión temporal de empresas en la que figura el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, el constructor que iba a remodelar el bulevar.
Grupos vecinales constituidos en "Asamblea contra la especulación" llevan semanas criticando esta actuación y pidiendo que el presupuesto se destine íntegramente a fines sociales y ayudas a desempleados.
Tras una primera jornada de incidentes el jueves por la noche, cuando un grupo de medio centenar de personas cruzó contenedores y cortó la calle Vitoria durante más de una hora, el viernes se había convocado una asamblea en el centro de la ciudad. Sin embargo, la asamblea se convirtió en una manifestación de unas trescientas personas que discurrió por la calle Vitoria hasta llegar al barrio de Gamonal. Allí, el grupo se escindió en dos bloques, uno de los cuales siguió avanzando y comenzó a cruzar contenedores e incendiar algunos de ellos.
Desde las 22.15 del viernes se produjeron cargas de efectivos antidisturbios, que incluso han disparado pelotas de goma, para intentar dispersar a los alborotadores. A esa hora se desconocía si se había podido producir alguna detención, aunque continuaban las carreras de policías y manifestantes tanto por la Calle Vitoria como en algunas calles adyacentes.
El pasado enero, las revueltas vecinales en contra de la remodelación del bulevar, que se prolongaron durante una semana, tuvieron en jaque al alcalde burgalés, Javier Lacalle, del PP. Los ciudadanos consideraban innecesaria esta obra, que iba a costar ocho millones de euros —más un aparcamiento privado con un coste de cinco millones—. Las manifestaciones estallaron el pasado 10 de enero y se extendieron durante una semana hasta que los gamonaleros consiguieron paralizar las obras.
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