El pequeño Nicolás hacía gestiones para una firma de obras públicas
El presunto estafador repartía tarjetas de visita de Edhinor, firma que construye estos días la Ciudad de la Seguridad de Madrid
El 'pequeño Nicolás' acudió el 23 de octubre a un desayuno de negocios organizado por una empresa de eventos. No era la primera vez, en realidad se pasaba la vida en este tipo de actos empresariales matinales donde hacía contactos y tejía su red de influencias. En esa ocasión intervenían, entre otros, el embajador de Filipinas, Carlos Salinas, y el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pablo Cavero. El chico, pese a la extrañeza de muchos de los presentes, se encontraba sentado en la mesa presidencial junto a las personalidades más relevantes de aquel acto. Nadie sabía quién era aquel chaval, pero según algunas fuentes, en la tarjeta de visita de Francisco Nicolás Gómez Iglesias podía leerse que era el encargado de “Relaciones Institucionales” de Edhinor, una constructora de obras públicas que, entre otras cosas, ejecuta hoy las obras de la Ciudad de la Seguridad del Ayuntamiento de Madrid.
Esa era su carta de presentación en muchos ámbitos. Pero dicha firma rechazó de nuevo ayer dar explicaciones a este periódico y se remitió a un comunicado de prensa en el que asegura que no ha tenido ninguna relación profesional o laboral con Francisco Nicolás Gómez Iglesias. Pero lo cierto es que hacía muchos meses que el chico se paseaba por Madrid como representante de Edhinor y que muchos, incluso fuentes de la investigación, le relacionaban con esa empresa. Pero, aún así, ¿cómo consiguió sentarse en mesas presidenciales de actos de este tipo como cuando lo consiguió con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete? Como en otras ocasiones, Francisco Nicolás prometió captar clientes y patrocinadores para los desayunos. Algo que, según explicó El Confidencial, ya hizo en una ocasión logrando 10.000 euros de un empresario para la celebración de un evento de las mismas características.
Según varias personas que participaron en estos desayunos, el pequeño Nicolás había estado en alguna ocasión con alguno de los responsables de Edhinor a uno de estos eventos y era de sobra conocido que él mantenía públicamente que les representaba en el terreno de las relaciones institucionales. De hecho, hay fotos que lo acreditan. “Durante todo un desayuno entero me estuvo dando la paliza, y me dijo que trabajaba para esa constructora”, recuerda una de las personas que compartió mantel con él en uno de esos encuentros.
Edhinor fue también la empresa que hizo las gestiones para el alquiler del chalé de El Viso donde Francisco Nicolás se empadronó y realizaba encuentros con empresarios y fiestas con sus amigos adolescentes. Si bien el contrato de alquiler estaba a nombre de una pequeña constructora radicada en Alcorcón, los contactos con la inmobiliaria que alquilaba el inmueble los pilotó la constructora de obras públicas. Además, Edhinor había participado en UTE en alguna ocasión con la mencionada empresa de Alcorcón y le había vendido otra firma de menor tamaño. En junio de 2014 se rescindió el contrato de alquiler de la casa y, pese a que el chico dijo que se la quería quedar él, se quedó vacía.
El proceso de adjudicación de la Ciudad de la Seguridad de Madrid se llevó a cabo en la primera mitad de 2014 y se resolvió en julio de este mismo año. Edhinor, en UTE con la empresa Fernández Molina Obras. Competían contra otras 12 importantes firmas de construcción entre las que estaban Ferrovial o Sacyr. Pero su oferta ganó, según explicó el Ayuntamiento, porque entre otras cosas consistía en hacer la obra un 32% más barata que el resto: 10.342.000 euros sobre una obra de valor estimado en 12.727.189,56 de euros.
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