El Gobierno renombra al general Sanz al frente del servicio secreto

El Consejo de Ministros ha renombrado hoy viernes al general Félix Sanz Roldán como director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el principal servicio secreto español, con 3.500 agentes y un presupuesto anual de 220 millones. Sanz Roldán ha sido renovado en el cargo por ser "el candidato idóneo", ha afirmado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien le ha agradecido los servicios prestados, que "tendrá que seguir prestando", ha dicho en tono distendido.

Félix Sanz, de 69 años, cumplió ayer 3 de julio el mandato de cinco años que fija el artículo 9 de la ley reguladora del CNI. Nada impedía que, inmediatamente después de su cese, se le haya nombrado de nuevo. Aunque en teoría el nuevo mandato sería para otro lustro, el Gobierno puede relevarlo en cualquier momento y lo lógico es que sea sustituido tras las elecciones generales previstas para 2015.

Rajoy opta por la continuidad en el servicio de inteligencia ante los retos a los que se enfrenta el Estado

Rajoy ha optado por la continuidad en un momento en que el Estado se enfrenta a importantes retos, como la consolidación del nuevo Rey, la consulta soberanista en Cataluña o la crisis institucional, que afecta también a los grandes partidos. Sanz (que tiene rango de Secretario de Estado y fue jefe del Estado Mayor de la Defensa con el ministro Bono) ha conseguido pacificar el servicio secreto español y cuenta con el consenso del principal partido de la oposición, ya que fue nombrado por Zapatero.

El director del CNI compareció ayer ante la Comisión de Secretos Oficiales para informar sobre la directiva de inteligencia, aprobada a primeros de año por el Gobierno, y su grado de cumplimiento. Aprovechó también para hacer balance de sus cinco años en el cargo. El presidente del Congreso, Jesús Posada, le agradeció “los servicios prestados a España” durante este tiempo. Preguntado por el futuro del general Sanz, aseguró que “lo tendrá que decir el Gobierno”. El propio afectado respondió lacónicamente a los periodistas: “Lo único seguro es que se terminan mis cinco años de mandato”.