Una carrera guiada por el azar
Pedro Sánchez entró en el Ayuntamiento de Madrid y en el Congreso por renuncias de otros
Las circunstancias y el azar casi siempre han movido a Pedro Sánchez Castejón (Madrid, 1972) y él siempre ha sabido aprovecharlo. En 1993, era un joven de 21 años que vio cómo Felipe González estaba a punto de perder unas elecciones generales por primera vez y decidió afiliarse al PSOE como forma simbólica de apoyo. Las urnas dieron al partido tres años en el Gobierno, aunque en condiciones difíciles y turbulencias que Sánchez vivió desde Juventudes Socialistas y que ahora no olvida.
Su padre, exempleado del sector financiero y empresario ya era militante y su madre, funcionaria de la Seguridad Social, solo era simpatizante, pero en su casa se respiraba ambiente socialista, según recuerda él mismo.
Años después, Pedro Sánchez, economista, fue concejal de Madrid entre 2004 y 2009, casi de rebote, tras ir en un sitio discreto de la lista. Algo parecido le ha ocurrido en las dos ocasiones en las que ha sido diputado: en 2009 porque Pedro Solbes dejó el escaño por Madrid y corrió la lista para que él entrara y en 2013 porque ocurrió lo mismo cuando Cristina Narbona dejó el Congreso para formar parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Es decir, si no se hubieran producido esa carambola y esas circunstancias hoy no sería diputado y, probablemente, no estaría en la carrera para liderar el PSOE.
Entre medias tiene una larga lista de másters en economía, ha trabajado en el Parlamento Europeo, en la ONU, y también en la Universidad, donde da clase de Estructura Económica e Historia del Pensamiento Económico y también en el partido, en segunda fila, donde ha colaborado con José Blanco, Trinidad Jiménez, Miguel Sebastián, Jordi Sevilla, Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano, entre otros. Por ejemplo, fue uno de los coordinadores de la conferencia política del PSOE de noviembre de 2013 y ha colaborado activamente en equipos de campaña electoral en los últimos años. También ha participado habitualmente en tertulias de televisión y de radio.
"Tengo la mejor opinión de Pedro. Yo le traje al trabajo de la Conferencia Política. Tiene muchísimas virtudes. Destaco la fortaleza, la ambición pero con fondo y con trabajo, porque es muy trabajador. Buen talante. Hombre de equipos. Intelectualmente moderno, urbano y cosmopolita", asegura Elena Valenciano.
La número dos del PSOE convenció a Rubalcaba para apoyar a Narbona para optar al CSN para que entrara Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. En 2010, los periodistas parlamentarios le eligieron diputado revelación y ahora es portavoz en la Comisión de cambio Climático del Congreso.
En el grupo parlamentario están sus apoyos principales y también en alcaldes socialistas de Castilla-La Mancha y Extremadura. Hace meses se sintió con capacidad para pelear por el liderazgo del partido y se lanzó a visitar agrupaciones del PSOE. Casi por libre porque, por ejemplo, el aparato del partido no le dio ningún cometido ni acto durante la reciente campaña de las europeas. Ahora quiere aprovechar esas circunstancias políticas de zozobra para dar el salto en el PSOE, tras hacer caso omiso a los iniciales comentarios sobre sus escasas posibilidades. Él se cree preparado y capacitado y su ambición le empuja.
Hasta en sus cumpleaños hay algo de azar y de circunstancias porque formalmente solo los puede celebrar los años bisiestos: nació un 29 de febrero.
Estudió en el colegio Ramiro de Maeztu de Madrid, la cuna del Estudiantes de baloncesto y después de años practicando este deporte hoy pertenece a la Fundación del Estudiantes desde donde se cuida el deporte de base.
Para el fútbol es del Atlético de Madrid.
La gusta la música. La clásica porque su hermano es director de orquesta y compositor y el pop, con preferencia por grupos como Los Planetas, El último de la Fila o Lori Meyers, entre otros.
Lee sobre todo libros de ensayo político y en novela sus autores preferidos son Javier Cercas y Javier Marías. Hace meses publicó un ensayo La nueva diplomacia económica española que habla de la forma en la que el Estado puede actuar en el mundo para ayudar a las empresas.
Tiene dos hijas de 9 y 7 años y habla inglés y francés.
Y es conocido como "Pedro, el guapo".
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