Rajoy no piensa hacer cambios en el Gobierno tras el castigo electoral

Mariano Rajoy no parece un hombre inquieto por los resultados electorales de las europeas, los peores de la historia reciente de su partido, que le han hecho perder 2,5 millones de votos —cinco si se compara con las generales—, ocho eurodiputados y bajar al 26% de apoyos. El presidente ha decidido mandar un mensaje de calma. Lo hizo el lunes internamente ante la cúpula del PP, y este martes en público en Bruselas a su llegada a la reunión del PPE, donde empezarán a fraguarse los pactos del nuevo reparto de poder en Europa. El presidente, que ha mostrado su apoyo cerrado a Jean-Claude Juncker como candidato a presidir la Comisión Europea, ha asegurado que no tiene pensado hacer ningún cambio en el Gobierno español como reacción al castigo electoral: “No tengo pensado hacer ningún cambio en el Gobierno porque creo que ha trabajado muy bien, lo ha hecho con gran intensidad en una situación muy difícil. Pienso que la mejor parte de la legislatura es la que queda por venir y la gente podrá ver que los sacrificios que hemos pedido tenían sentido”.

Rajoy ha dicho que entiende ese castigo electoral y lo achaca a las medidas duras tomadas, pero ha pedido paciencia a sus electores y ha confiado en que la recuperación económica le devolverá los apoyos. Toda su estrategia está centrada en esa idea. “El PP ha ganado las elecciones en España. A todos los que han confiado en el PP quiero darles las gracias”, ha arrancado. “Han sido tiempos difíciles, hemos tomado decisiones complicadas, a muchos no les habrán gustado, a gente de nuestro partido tampoco. Hemos superado cosas difíciles, no hemos pedido el rescate. Todos estos esfuerzos van a producir resultados. Empieza a mejorar la situación en el empleo: mayo va a ser un buen mes, también lo va a ser junio. Espero que la gente comprenda que no hemos tomado decisiones caprichosas ni con prejuicios ideológicos. A partir de ahora vamos a vivir la mejor etapa de la legislatura. Entiendo a las personas que nos han retirado su confianza pero trabajamos para recuperarla”, ha rematado.

Rajoy también relativiza la crisis del bipartidismo, a pesar de que entre los dos grandes en estas elecciones han perdido 30 puntos –del 80% han pasado al 49%- y cinco millones de votos. “Esto del bipartidismo… son los debates que se producen de cuando en cuando. ¿Ha terminado o no ha terminado? Bueno: en España ha ganado el PP y el segundo ha sido el PSOE. Los países donde hay más estabilidad política y mas progresos y bienestar son los que hay grandes partidos moderados y centrados, es lo que pasa en Alemania y en EEUU. Lo que digan los ciudadanos está bien dicho, pero esta vez han seguido diciendo PP y PSOE, aún bajando el apoyo” ha asegurado.

El presidente ha revelado también que ha llamado a Alfredo Pérez Rubalcaba después de que anunciara que convoca un congreso extraordinario en julio para dejar la dirección del PSOE. “He tenido ocasión de hablar con el señor Rubalcaba. Es de una mínima decencia política a una persona que ha sido mi adversario mucho tiempo. Con él hemos podido fijar muchas veces posiciones comunes sobre todo sobre Europa. No debo opinar de las decisiones pero sí puedo decir que Rubalcaba siempre ha intentado acertar, ha hecho algunas cosas buenas y otras malas, como cualquiera. Deseo que le vaya muy bien”.

El respaldo de Rajoy a Juncker ha sido muy claro, aunque ha admitido que dentro del Consejo hay división de opiniones. “Se va a dar un mandato al señor Van Rompuy para que hable con los distintos gobiernos sobre el nuevo presidente de la comisión y el alto representante. Se había acordado que el candidato del partido más votado era el presidente de la Comisión. El PP ha ganado, Juncker debe ser el primer candidato. Ahora, nadie tiene mayoría, hay personas con diferentes formas de ver las cosas y por tanto es bueno que el señor Van Rompuy haga estos contactos, pero la posición de España es que nuestro candidato era Juncker y ha ganado”.