El PP protege a Cañete y el PSOE recoge apoyos europeos en su contra

Esperaban que bajara el soufflé, pero pasan los días y no baja. Así que los populares han optado por una estrategia defensiva ante la polémica por las declaraciones sobre el machismo de Miguel Arias Cañete: nada de acudir a los medios, o al menos lo mínimo posible. Solo mítines controlados, sin hablar del asunto y sin rectificar.

En un comportamiento inédito de un candidato en la última semana de campaña, la de mayor exposición mediática, Arias Cañete canceló ayer una entrevista prevista con Federico Jiménez Losantos en esRadio y no tiene aún confirmada ninguna otra en toda la semana, según su entorno. Está en el aire incluso la de TVE el viernes, fijada por la Junta Electoral Central, aunque es probable que sí acuda.

El PP ha decidido así encapsular a su candidato, que seguirá, como ayer en Extremadura, haciendo actos por toda España pero siempre con todo medido, sin preguntas de los medios, para evitar que se vea obligado a hablar de nuevo del asunto, sobre todo porque está empeñado, según fuentes del PP, en no pedir perdón ni rectificar. Es algo que no quiso hacer en el primer momento con la idea de que pasara rápida la tormenta y ahora es tarde, señalan algunos dirigentes.

Es Esteban González Pons, su número dos, quien asume más protagonismo en los medios ante la ausencia del candidato, y se apunta a la teoría del cansancio: “No todos estamos igual de afortunados todos los días y a una declaración hecha después de acostarse tarde por el debate y de levantarse pronto, hay que darle la importancia que hay que darle”, aseguró González Pons en 13TV.

Cancela una cita con esRadio y no tiene previsto atender a la SER,

Oficialmente, los portavoces de Arias Cañete alegan motivos de agenda para no conceder entrevistas. Ayer, por ejemplo, suspendieron a última hora la cita en esRadio, prevista a las 9.00, con el argumento de que tenía muchos actos en Extremadura. Pero el primero fue a las 13.00.

El PP podría cambiar de estrategia en cualquier momento, sobre todo si baja la presión, pero ayer no tenía cerrada ninguna entrevista para hoy. Solo había posibilidades de acudir a la Cope el miércoles. Lo que sí parecía decidido, salvo cambio de última hora, es que, al contrario de lo habitual en todas las campañas, incluidas las de Rajoy, Arias Cañete no concederá entrevistas ni a la radio más escuchada, la Cadena SER, ni al periódico más leído, EL PAÍS. Ni siquiera acudirá a Onda Cero: irá González Pons, aunque el PP asegura que eso estaba fijado de antemano. Tampoco dará entrevista a la agencia Efe, aunque ya la había rechazado antes de la polémica del machismo.

Exposición mínima, pues, mientras los demás candidatos, incluida su rival socialista, recorren todos los medios en estos últimos días. Es Rajoy el que toma ahora un mayor protagonismo con una presencia constante en la última semana y una defensa cerrada de Arias Cañete. El presidente estaba ayer en Sevilla y volvió a respaldar a su candidato, de nuevo lejos del acto central.

El candidato está molesto, pero se resiste a rectificar sus palabras

Los populares no ven riesgo real de perder las elecciones porque no creen que este asunto movilice mucho a la izquierda, pero sí admiten que se ha acabado el efecto Cañete. Sobre todo, preocupa el daño a su imagen. Los socialistas recuerdan que para ser miembro de la Comisión Europea tiene que pasar la prueba del Parlamento Europeo, y con estas declaraciones lo pasará mal. Apelan incluso al caso del democristiano italiano Rocco Buttiglione. El Parlamento Europeo rechazó su nombramiento en 2004 por unas declaraciones homófobas.

Dirigentes del PP admiten que Arias Cañete está muy tocado porque es consciente de que ha cometido un error y su imagen sale mal de este golpe. Cuando se confirmó su designación, recuerdan, el PP se animó internamente y empezó a subir en las encuestas. Ahora temen una ligera bajada en esta semana, pero no suficiente para perder.

El PSOE ha visto el punto débil de su principal rival y no piensa soltarlo mientras pueda. Ahora trata de dar dimensión europea al asunto. Varios diarios europeos influyentes, como el Financial Times, Die Welt o The Guardian, han publicado textos sobre los polémicos comentarios de Arias Cañete. En la estela de ese eco mediático, el PSOE está moviendo sus contactos para que los líderes y candidatos de todos los partidos socialdemócratas europeos critiquen al candidato de Rajoy.

Él, admiten los socialistas, se lo ha puesto más fácil por su empeño en no rectificar. Y Rajoy, por su insistencia en defenderlo. “Me parece lamentable que el presidente del Gobierno, en vez de pedir disculpas a todas las mujeres, haya jaleado a Cañete diciendo que es el mejor”, aseguró en Madrid Elena Valenciano. El PSOE sigue hurgando en la herida, aunque es consciente de que debe medir bien para no acabar con un solo tema de campaña.