El debate revitaliza la campaña y el optimismo del PSOE

Los dirigentes del PSOE suelen ser en campaña tan ciclotímicos como dicen las encuestas que son sus votantes. En los dos últimos días, los socialistas han pasado de un cierto abatimiento de una campaña que no terminaba de arrancar, a un notable grado de optimismo, con la perspectiva de lograr movilizar a sus posibles votantes en la última semana antes de las elecciones.

Elena Valenciano, cabeza de lista del PSOE, logró llenar el viernes en Murcia y ayer en Valencia, en los que eran, prácticamente, los primeros actos masivos de toda la campaña. Los socialistas han optado hasta ahora por pequeños actos en locales de aforo limitado para evitar la imagen de falta de asistentes, pero en este fin de semana han ampliado sus mítines. El gran acto de campaña será el miércoles en Barcelona con presencia del primer ministro francés, Manuel Valls, y el expresidente Felipe González.

El oxígeno le ha llegado al PSOE por la actuación de su oponente, Miguel Arias Cañete, en el debate cara a cara y sus posteriores declaraciones tachadas de machistas y a ellas se aferraron ayer los socialistas en todos sus actos de campaña. “Las mujeres tenemos la misma inteligencia y dignidad que los hombres”, aseguró Valenciano en un acto ante varios miles de personas. A la vez, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tachaba en Madrid a Cañete de “machista reincidente”. El responsable de Organización del PSOE, Óscar López, remató: “Cañete lo hizo muy mal leyendo en el debate televisivo, pero cuando dice lo que piensa es todavía peor, porque sale lo que lleva dentro: su machismo, su prepotencia y soberbia en estado puro”.

Los responsables de la campaña socialista explican que el candidato del PP les ha dado justo el argumento que necesitaban, porque está vinculado a asuntos identitarios que sirven para movilizar a sus potenciales electores. Añaden que sirve para mover a las urnas a abstencionistas que dicen no ver diferencias entre PP y PSOE y agrupar voto útil de la izquierda para que no ganen los populares, caracterizados como machistas que no defienden a las mujeres. De hecho, antes de producirse la polémica, parte del mensaje de Valenciano buscaba precisamente este asunto con las referencias al aborto.