IU y UPyD persisten en identificar al PP con el PSOE tras el debate

Cuando el próximo lunes los candidatos de las seis fuerzas políticas con representación parlamentaria que concurren a las elecciones europeas celebren el primer y único debate los dos grandes, PP y PSOE, se van a encontrar con un duro ataque contra el bipartidismo. La estrategia de todos ellos, singularmente de Izquierda Plural y de UPyD, no ha variado un ápice tras el cara a cara celebrado el 15 de mayo entre el popular Miguel Arias Cañete y la socialista Elena Valenciano. La estrategia de campaña no cambia ante la expectativa de la formación que dirige Cayo Lara de morder al máximo en el electorado potencial del PSOE. UPyD, por su parte, no excluye a ningún elector y echa las redes en todas las direcciones aunque con más ahínco hacia los dos grandes. Estos grupos resaltan sobre todo que ambos rehuyeron hablar de corrupción.

Así lo confirman fuentes de las dos formaciones políticas al ser consultadas si el debate entre Valenciano y Arias Cañete les hará modular sus estrategias de campaña. En absoluto, aseguran, aunque un elemento inesperado les ha hecho detenerse en criticar abiertamente al cabeza de lista del PP por sus manifestaciones machistas sobre su condescendía con Valenciano por ser mujer. De haberse tratado de un hombre el ex ministro de Agricultura hubiera entrado “a matar”, ha declarado en Antena 3. Estupor ha producido en Rosa Díez, en Cayo Lara y en sus candidatos al Parlamento Europeo estas manifestaciones “machistas y trasnochadas”. Si alguien tenía dudas del “machismo” de Arias Cañete ya ha quedado “confirmado”, ha sentenciado la dirigente del partido magenta.

A partir de esa crítica los dos partidos en alza en estas elecciones, según previsión de todos los sondeos, no se han apartado de su estrategia. “No fue un debate sino una farsa en la que todo estaba pactado”, ha afirmado Rosa Díez. Lo que ella vio fue “un teatro” en el que uno y otro representaron su papel para “salvar los muebles del bipartidismo”. Como prueba esgrime la exclusión de los casos de corrupción cuando la regeneración de la política es un asunto esencial para la revitalización de la democracia, ha señalado Díez. “Eso no fue un debate”, ha denunciado. Primero porque no estaban todas las fuerzas políticas y, después, porque lo que allí ocurrió se aparta por completo del sentido profundo de la controversia y el contraste de pareceres. “Yo el miércoles si tuve un debate con ciudadanos que no conocía de nada y preguntaban lo que querían”. Se refiere Díez al acto que tuvo en una plaza de Madrid con micrófono abierto para la gente.

Con la mirada puesta en el electorado de la izquierda el cabeza de lista de IU, Willy Meyer, aludió “al no debate” de la noche del jueves y por forma y fondo aseveró que supuso “un desprecio a los electores de esos dos partidos”. “No hablaron de la Unión Europea sino de sus herencias correspondientes y eso es estafar a la gente”, enjuició el veterano eurodiputado de IU. La disputa por las “herencias”, la del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y la que ya atesora el PP, le dio juego para su guion de campaña. “De las herencias hablan las familias y lo que vimos fue la pelea por la herencia, todo en familia, pero nada que con Europa”.