Los incidentes vuelven a Gamonal tras paralizar los vecinos la polémica obra
La maquinaria no ha llegado a la calle de Vitoria "por motivos de seguridad" El Ayuntamiento ha reafirmado esta mañana que seguirá con el proyecto La Dirección General de Policía eleva a 130 agentes el despliegue policial en el barrio
Las obras están paralizadas. De momento. Los vecinos del barrio de Gamonal (Burgos) impidieron hoy la reanudación de la reforma de la calle Vitoria, una de las arterias principales de la ciudad. Desde las 6.30 un grupo de unos 200 burgaleses salió a la calle para evitar que las máquinas entraran en la vía. Los habitantes de este barrio (con unas 30.000 viviendas) no quieren el bulevar ni el aparcamiento subterráneo que el Ayuntamiento comenzó a construir hace cinco días. Ni el frío (apenas cuatro grados) ni la presencia de la policía antidisturbios los detuvo. Al contrario: algunos bajaron chocolate caliente y pasta con tomate para resistir. A lo largo del día la gente se turnó para que siempre hubiese un piquete en la zona. Y consiguieron su objetivo. Las máquinas no entraron. Y esta noche, tras la manifestación por el barrio, los incidentes volvieron a las calles.
Los burgaleses están motivados, eufóricos y enfurecidos. Por la mañana se volvieron a concentrar contra el bulevar. Más de 3.000 personas marcharon una vez más hacía la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y de regreso a la zona cero, su punto de reunión en el cruce de la vía principal y la calle San Bruno: “Gamonal, no quiere bulevar”, coreaban. Por la noche, los incidentes se repitieron y grupos de jóvenes se enfrentaron a la policía (unas 200 personas), quemaron contenedores, cerraron las calles y arrojaron piedras contra las sucursales bancarias. Muchos vecinos también participaron en una cacerolada contra la policía.
Las noches de los últimos días también terminaron en violentos disturbios tras las manifestaciones. Cohetes, bombas de humo, basura tirada por doquier, cabinas de teléfonos y marquesinas de autobús destrozados, contenedores incendiados, enfrentamientos con la policía, 40 detenidos y sucursales de bancos despojadas, a pedradas, de sus cristales. Algunos de estos locales comenzaron este lunes a reparar los vidrios, pero nada les asegura que por la noche vuelvan a caer al suelo. Para unos, estos actos son una vergüenza; para otros, están completamente justificados. “No los aprobamos [los disturbios] pero son fruto de la desesperación. Hace dos meses que pedimos dialogar con el alcalde. Pero no nos recibe”, explica Raúl Salinero, concejal de IU.
José Damarco, jefe del gabinete de prensa del Ayuntamiento, explicó que, “por motivos de seguridad”, la empresa no reanudó por la mañana las obras pero confirmó que seguirán adelante con el proyecto. Los vecinos, sin embargo, no piensan rendirse: “Algo tendrá que hacer el alcalde, porque no nos vamos a mover”, explicaba Teodora Palacios, 61 años.
Vídeo promocional del Ayuntamiento de Burgos de las obras del bulevar.
El primer edil de la ciudad, Javier Lacalle, afirmó en una rueda de prensa el pasado domingo que el proyecto del bulevar iba en su programa para las elecciones de 2011. “Lo llevábamos el PSOE y el PP. Y obtuvo el respaldo del 80% de los ciudadanos que ejercieron su derecho a voto”, aseguró. Esta afirmación la reprobó, en cambio, el secretario provincial del PSOE y diputado nacional, Luis Tudanca Fernández, que incidió en que la idea que ha puesto en marcha el PP no era la del partido socialista: “Es su estrategia; nos quiere enredar en su asunto”.
El PSOE sí apoyó, en 2011, la necesidad de reformar la calle Vitoria, pero con la idea de crear un aparcamiento público y sin especificar las limitaciones del bulevar. Tudanca añadió que su partido presentará este viernes una moción pidiendo la paralización de las obras, presupuestadas en ocho millones de euros.
“El alcalde no nos escucha”, es una de las denuncias que más se grita estos días en la calle. Sin embargo, Lacalle aseguró que recibió al consejo del barrio “muchas veces”. Ana Moreno, presidenta de la Federación de Vecinos Francisco Vitoria y una de las promotoras de la plataforma Bulevar Ahora No, que ya está disuelta, afirmó que el consejo del barrio no representa a todos los vecinos. “El alcalde toma al consejo del barrio como único órgano participativo y existimos más colectivos”, dijo antes de reiterar que a ellos “nunca” los ha recibido y no solo desde que inició el conflicto del bulevar, sino desde 2011, cuando ganó las elecciones. “Solo pedimos sentarnos a dialogar”, puntualizó.
El portavoz del UPyD, Roberto Alonso García, declaró que desde las elecciones de 2011 su partido se mostró en contra del bulevar y del aparcamiento por la “cuestión económica”. Tanto el PSOE como UPyD condenaron los incidentes violentos, pero confirmaron lo que se viene escuchando en estos días: “El problema de fondo es la falta de diálogo por parte del Gobierno local. Nos hemos manifestado desde hace meses de forma pacífica y, aun así, el PP se ha empecinado con esta obra faraónica”, declaró Tudanca.
Mentira es también la palabra que usan los manifestantes para describir la cobertura en la prensa local de lo que está pasando en Gamonal. El enfado de algunos vecinos ante el Diario de Burgos es porque pertenece al empresario Antonio Miguel Méndez Pozo. Este es dueño de Promecal (con nueve diarios), la empresa que gestiona la televisión pública de Castilla y León y dos estaciones de radio. Además, la idea que ganó el proyecto del bulevar (UTE Bulevar calle Vitoria) está redactada por una de las empresas de Méndez Pozo, MGB. Cobraron por ella 240.000 euros. El empresario fue condenado en 1994 a 7 años de cárcel por presentar falsos documentos en el caso de la construcción de Burgos. Ingresó en prisión el 23 de septiembre de ese año y en junio de 1995 obtuvo la semilibertad (tercer grado penitenciario). “Del Pozo, al calabozo”, gritaban anoche los manifestantes por las calles de Burgos.
UPyD elaboró una encuesta para conocer la aceptación del bulevar. En ella se concluyó que el 87,2% estaban en desacuerdo con las obras. “Es que la gente no lo quiere y el alcalde lo sabe”, afirmó Alonso. “Van a dejar dos carriles, ¿quién va a querer conducir detrás de un autobús por una vía principal, por una carretera nacional?”. Los vecinos se han citado para este martes de nuevo a las 6.30 para volver a parar las máquinas.
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