Interior responde a ETA: “Lo único que nos interesa es su disolución”
El ministro califica de “aquelarre repugnante” la reunión de expresos el sábado en Durango
El Gobierno mostró este viernes una mezcla glacial de desdén y hastío ante el comunicado más relevante de ETA y su entorno tras el del cese definitivo de la actividad terrorista el 20 de octubre de 2011. La declaración del pasado 28 de diciembre del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK en sus siglas en euskera), agrupación oficial de los reclusos de la banda, de reconocer el daño causado por la actividad terrorista, aceptar la legalidad penitenciaria y dar vía libre a sus miembros para buscar la reinserción individualmente —lo que hasta hace unos años se pagaba con la expulsión de la banda e incluso con la vida— fue despachada con la fórmula habitual por el ministro del Interior: “El único comunicado que interesa al Gobierno es en el que ETA anuncie su disolución incondicional”, dijo Jorge Fernández Díaz.
El ministro cerró cualquier puerta a que el comunicado del 28 de diciembre mueva al Gobierno a variar un milímetro su política penitenciaria. “Estas personas no han pedido perdón a sus víctimas, no se han arrepentido de sus crímenes, no se han desvinculado de ETA ni han manifestado su intención de colaborar con las autoridades judiciales. La responsabilidad penal es personal y un comunicado no tiene ningún valor. Este, por lo tanto, ninguno”, sostuvo el titular de Interior.
Varios partidos, como el PSOE y el PNV, consideran que el comunicado del pasado 28 de diciembre es un paso más hacia el anuncio de disolución de la banda. Sin embargo, hasta que esta se produzca, la política penitenciaria en general, y particularmente la dispersión de los reclusos sujetos a la disciplina de ETA por cárceles de toda España, se mantendrá intacta. “Esa declaración no va a tener ningún valor para la política antiterrorista, ni para la penitenciara ni en concreto para la política de dispersión. La legalidad es la que es, el reglamento penitenciario es el que es y si los presos quieren que su situación cambie saben que la ley y nada más que la ley es la referencia”, dijo Fernández Díaz en una rueda de prensa en la que presentó el balance de accidentes de tráfico de 2013. “Mientras la organización subsista porque no se ha disuelto o mientras la persona presa no se desvincule de manera clara y evidente de la organización, la política actual se va a seguir aplicando”, remachó.
El Ejecutivo no tiene constancia de que después de la publicación del comunicado del EPPK ninguno de los aproximadamente 500 presos de ETA haya empezado a solicitar el acercamiento a cárceles cercanas al País Vasco o acogerse a beneficios penitenciarios, lo que hasta ahora les estaba vetado por la dirección de la banda terrorista. En cualquier caso, indicó Fernández Díaz, las instancias que los reclusos de ETA puedan dirigir a Instituciones Penitenciarias tomando como base el comunicado del 28 de diciembre están condenadas al fracaso. “Si ese comunicado es nada, una fotocopia de ese comunicado es menos que nada”, sentenció.
En ese manifiesto, el colectivo de presos etarras rechazaba la violencia y reconocía el “sufrimiento y el daño multilateral generado” por la actividad terrorista. Sobre este punto, Fernández Díaz señaló: “La sociedad española ya sabe perfectamente el dolor que han provocado y precisamente por eso están en la cárcel cumpliendo las condenas que se les han impuesto”. “Han dicho que han causado daño. Muchas gracias, lo sabemos perfectamente”, ironizó el titular de Interior.
El comunicado de ETA —rechazo a la violencia, reconocimiento del daño causado a las víctimas, aceptación de la ley penitenciaria y reinserción individual— supone, de manera implícita, que el colectivo de los presos etarras asume la llamada vía Nanclares de reinserción, que ha servido a varias decenas de presos de la banda para obtener beneficios penitenciarios, previa desvinculación de la banda terrorista.
El Partido Nacionalista Vasco criticó ayer la “cerrazón” del Gobierno y lo acusó de mantener una “parálisis totalmente incomprensible” en materia de pacificación. El portavoz nacionalista en el Congreso, Jokin Bildarrantz, censuró que el Ejecutivo de Mariano Rajoy está haciendo “la misma política” que hace dos años, antes del anuncio del cese de actividad por parte de ETA en octubre de 2011, cuando ahora la situación es “mucho mejor” que entonces.
En estos más de dos años, el colectivo de presos de ETA ha tenido que dejar al margen la exigencia habitual de una amnistía completa para sus miembros y hacerse a la idea de que no iba a darse un acuerdo de paz por presos con el Gobierno. Ayer mismo, el ministro del Interior lo dejó sentado: “El Gobierno ni ha negociado, ni negocia ni negociará con ETA (...). En España no hay presos políticos ni presos por razón de nacimiento; ni son presos políticos, ni son presos vascos, son presos terroristas”, sostuvo.
El ministro se refirió también al acto público convocado por los “mediadores” del EPPK en el Kafe Antzokia de Durango (Bizkaia) para mediodía de hoy y al que los organizadores hanconvocado a los 63 etarras liberados desde el pasado 21 de octubre, cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos derogó los efectos retroactivos de la llamada doctrina Parot, y que había permitido mantener en prisión a estos miembros de la banda más allá del plazo legal. Los excarcelados pretenden mostrar su apoyo al comunicado de sus compañeros que todavía están en prisión, y respaldar así el proceso de fin de la violencia.
En este caso, Fernández Díaz mostró su lado más visceral. Expresó su “repugnancia” y calificó la reunión de “aquelarre”. “Ese acto está judicializado en Audiencia Nacional y el titular del Juzgado de Instrucción número 1 [Santiago Pedraz] ha pedido informes a la Guardia Civil y al Cuerpo Nacional de Policía. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están a las órdenes de los jueces y darán la información que se les solicite. Desde el punto de vista político, este acto es absolutamente, absolutamente repugnante. Lo siento, pero no encuentro otro calificativo”, manifestó Jorge Fernández Díaz.
“Los convocados efectivamente están libres, pero nunca se han arrepentido de sus crímenes ni han pedido perdón ni se han desvinculado de ETA ni han pedido a esta que se disuelva. Son personas que por no haberse arrepentido ni pedido perdón a las víctimas que provocaron, el hecho de que se reúnan y se concentren, lo que puedan hacer ni decir no nos merecerá más que profundo dolor y repugnancia”, explicó.
“El lugar donde se ha convocado el aquelarre es un antiguo matadero. No sé si lo eligieron con ese conocimiento previo, pero va muy buen para el caso”, afirmó Fernández, antes de asegurar que las fuerzas de seguridad vigilarán el acto de Durango.
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