Una voz para 527 reclusos

ETA está presa. No es una frase hecha, sino la realidad. La banda tiene en las cárceles de España y Francia a más de medio millar de sus miembros (527 según sus cálculos), entre los que se encuentran sus dirigentes más significativos. En la calle apenas dispone de medio centenar de terroristas activos, ninguno con la influencia o el peso en la organización de, por ejemplo, los seis exdirigentes que figuran en el videocomunicado de ayer.

El número de etarras entre rejas se ha visto significativamente reducido tras la aplicación de la sentencia de Estrasburgo que tumbó la doctrina Parot y que indignó a las asociaciones de víctimas. El colectivo Etxerat, de familiares de los reclusos, asegura en su boletín de noviembre que han salido a la calle 55 terroristas, pero la cifra final ha sido de 60.

La aplicación del fallo europeo redujo a 400 los presos etarras en las cárceles españolas, aunque a ellos hay que sumarles otros ocho que están en prisión atenuada por enfermedad (el caso más conocido es el de Josu Uribetxeberria Bolinaga, enfermo de cáncer liberado en septiembre de 2012). El colectivo de presos etarras, en cambio, no incluye en sus cuentas a los 22 etarras que optaron por la llamada vía Nanclares, reclusos que abjuraron de su pasado y eligieron una opción similar a la que ayer decidió el bloque oficialista.

De esos 400, un centenar lo tiene algo más complicado que el resto. Son los condenados con el Código Penal de 1995, para los que el cumplimiento efectivo y legal entre rejas está entre 30 y 40 años. Una situación muy similar a la de cuatro de los 115 etarras recluidos en Francia sentenciados a cadena perpetua. En ese país están presos los llamados “últimos grandes generales” de ETA, dos de los criminales más voraces pero, a la vez, considerados más inteligentes y con más peso en el aparato militar en los últimos años: Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki (suma condenas por 43 años) y Mikel Carrera Sarobe, Ata. Este fue condenado en abril a cadena perpetua, con un cumplimiento mínimo de 22 años. La cifra de 527 se completa con los cuatro presos en Inglaterra, Irlanda del Norte, Portugal y Venezuela.

Txeroki y Ata han estado entre los consultados para la elaboración del comunicado, leído por Marixol Iparragirre, Amboto, también presa en Francia y mano derecha de otro histórico de la organización: Mikel Albizu, Mikel Antza. Ambos comandaron ETA en una de sus épocas más funestas (de 1993 a 2004, con 111 asesinados). Ellos fueron quienes diseñaron la primera hoja de ruta conocida para que ETA abandonara las armas. Su proyecto lo superó la realidad.

El plácet de esta pareja ha sido sin duda una de las claves del comunicado del EPPK, que se lleva fraguando desde marzo y que, según fuentes de la lucha antiterrorista, anticipa otro de lo que queda de ETA en la calle —medio centenar— más preocupados por mantenerse ocultos que de otro asunto.