España niega haber violado una valija diplomática como denuncia Londres
Reino Unido califica de “inaceptable” la apertura de un envío de Gibraltar
La tensión diplomática entre España y el Reino Unido hace que con cualquier roce pueda saltar la chispa. El último ha sido la supuesta violación, por parte de las autoridades españolas, de una valija diplomática británica. El incidente tuvo lugar el pasado día 22, cuando agentes de la Guardia Civil abrieron, en la aduana de La Línea de la Concepción (Cádiz), un saco remitido a Londres por la Oficina del Gobernador de Gibraltar, que transportaba un mensajero y debía embarcarse en un vuelo en el aeropuerto de Sevilla.
Funcionarios de la Embajada británica en Madrid presentaron el lunes una nota verbal en la que se quejaban de esta supuesta violación de la Convención de Viena. Un portavoz del Foreign Office aseguró que el envío estaba claramente identificado y que el Gobierno británico se toma “muy en serio el principio de correspondencia oficial entre un Estado y sus funcionarios en el extranjero, allá donde estén”, informa Efe.
Exteriores alega que el gobernador del Peñón no tiene rango diplomático
“Hemos pedido a las autoridades españolas que investiguen lo que ha ocurrido y actúen para garantizar que no se vuelve a repetir”, agregó. “La correspondencia oficial y las valijas diplomáticas son inviolables”.
En términos aún más duros se pronunció un portavoz del 10 de Downing Street, residencia del primer ministro británico. “Es clave que el Gobierno español comprenda que este tipo de acciones son inaceptables y tienen que desistir”, afirmó.
Paradójicamente, el jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, reaccionó con flema británica ante las graves denuncias de Londres.
Preguntado si se trata de un nuevo incidente con Londres a propósito de Gibraltar, el ministro contestó: “No hay incidente porque no se trata de una valija diplomática”.
El artículo 27 de la Convención de Viena de 1961, que regula las relaciones diplomáticas entre Estados, subraya en su artículo 27 que “la valija diplomática no podrá ser abierta ni retenida” y que “la correspondencia oficial es inviolable”. Este artículo se refiere, sin embargo, a la “libre comunicación de la misión” diplomática, y el Gobierno español considera que la Oficina del Gobernador británico de Gibraltar no tiene dicho rango. Además, la valija diplomática debe ir claramente identificada y el mensajero que traslade correo diplomático debe llevar un documento que lo acredite como tal. Estos requisitos no se cumplían con el envío abierto en la aduana con Gibraltar, por lo que, para Margallo, no se trataba de valija diplomática.
Lo cierto es que las protestas de Londres se han multiplicado desde que la Comisión Europea dio la razón a España y dictaminó la legalidad de los controles realizados por la Guardia Civil en la verja de Gibraltar para combatir el contrabando.
La semana pasada, el Foreign Office convocó al embajador español en Londres, Federico Trillo, para protestar por la “provocadora incursión” del buque oceanográfico Ramón Margalef en aguas próximas al Peñón que tanto España como Reino Unido consideran propias. Era la tercera vez que Trillo era convocado en el último año por el contencioso del Peñón.
El secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, recordó ayer en Ceuta que la Comisión Europea ha pedido al Reino Unido que se cambie la ley gibraltareña sobre tabaco para combatir el contrabando, pues el volumen de importaciones supone que cada gibraltareño, “incluidas embarazadas y niños, debería fumar 180 pitillos al día”.
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