La policía busca en aguas de Amberes al joven ingeniero vasco desaparecido

La policía federal belga, la policía local y Protección Civil buscan desde primera hora de este miércoles en el río Escalda el cuerpo del ingeniero vasco Hodei Egiluz, de 23 años, desaparecido la madrugada del 19 de octubre en Amberes (Bélgica), ciudad en la que residía desde el pasado marzo. Dos embarcaciones —una de protección Civil y otra de la policía— han rastreado las aguas de los muelles Bonaparte y Willem, cercanos al lugar donde Egiluz fue visto por última vez, según fuentes cercanas a la investigación. "Se está peinando sistemáticamente toda la zona", ha declarado este miércoles el fiscal de Amberes al periódico local Gazet Van Antwerpen. La búsqueda, por el momento, no ha dado resultados y ha sido suspendida hasta el día siguiente.

Los arrestados, hasta ahora, son cinco: tres ciudadanos de origen marroquí, uno de 25 años y los otros dos de 21, una camarera de origen rumano, de 45 años, y una hija de esta, de 16. El primer sospechoso, Mohamed Yasser, de 25 años y con antecedentes penales, fue detenido el 25 de octubre tras haber intentado utilizar la tarjeta bancaria de Egiluz en un cajero automático. La camarera de origen rumano, Carmen T., se entregó a la policía tras saber que era buscada por estar en posesión del teléfono móvil de Hodei. Esta mujer afirmó que compró el aparato por 60 euros a Mohamed Yasser. Los intermediarios de la venta fueron su propia hija, menor de edad, y el novio de esta, Youssef, de 21, que también han sido detenidos.

El último arrestado también es de origen marroquí y también se llama Mohamed. La policía, según recoge la prensa local, sospecha que podría ser el autor material del atraco, pero este ha declarado que él fue testigo de cómo Mohamed Yasser atacó a Egiluz y que, cuando quiso intervenir, el vasco huyó perdiendo la cartera por el camino. Todos afirman no tener relación con la desaparición del ingeniero.

Hodei Egiluz se encontraba en Amberes, una ciudad de 500.000 habitantes a 45 kilómetros de Bruselas, desde el pasado marzo porque había encontrado trabajo en la empresa de tecnologías de la información Createlli. Los amigos que le acompañaban la noche de su desaparición le perdieron de vista entre las dos y las tres de la mañana en los alrededores de la freiduría Number One, en el cruce de las calles Hoogstraat y Suikerrui. Se trata del centro histórico, una zona repleta de viviendas, comercios y locales de hostelería a unos dos kilómetros de la calle donde el chico compartía piso con otros compañeros.

La fundación belga Child Focus (Centro Europeo de Niños Perdidos y Explotados Sexualmente), ha difundido dos números de teléfono a disposición de cualquier persona que pueda facilitar información sobre el paradero del ingeniero: el 116 000 —para llamadas realizadas desde Bélgica— y el 0032 2 475 44 99 para llamadas desde otros países. "Los agentes están estudiando el perfil del joven para entender qué puede haberle sucedido, al tiempo que interrogan a los vecinos y conocidos", ha precisado Dirk Depover, jefe de Comunicación de la organización.

Hodei mide 1,80 y tiene los ojos y el cabello oscuro. En la noche de su desaparición vestía pantalones vaqueros negros, una camiseta roja, una sudadera con capucha de color gris y un pañuelo palestino blanco y negro. Es titulado en Ingeniería informática por la Universidad de Deusto y habla español, euskera e inglés.